La misteriosa historia del jardín que produce agua

Sinopsis

Espacio público de “El Coso” y vivero de empresas CPEC  en Cehegín (Murcia)

Era un gran vacío, una herida a la espalda de la zona alta de Cehegín. Mediante un proceso de renaturalización urbana, aliviamos una gran desconexión en el casco antiguo. Generamos un espacio público del que brota un jardín vertical y horizontal donde la flora atrae a la fauna, aportando biodiversidad al entorno. Con la ayuda de plantas de ribera, depuramos el agua sucia generada en la parte alta del municipio. Obtenemos así, agua apta para el riego del jardín.

Recuperamos los caminos naturales de los paseantes, los desire paths, haciendo posible el disfrute de un mar de cubiertas y huertas murcianas. Incluso escondemos en un bolsillo del paseo, un edificio que alberga un vivero de empresas, un espacio de coworking con oficinas compartidas donde emergen iniciativas cuya creatividad se ve estimulada por este fantástico entorno creado.

 

Datos

8Premios
5.348,81 m²Superficie
3.111.262 €Presupuesto
2003Inicio de proyecto
2011 - 2015Duración de la obra
ConstruidoEstado actual
  • ¡¡¡Premio de Arquitectura en Murcia!!!   •  
  • 12 años de gestación   •  
  • 4 años de obra   •  
  • 93 visitas de obra  •  
  • 1,74 vueltas al mundo en viajes a la obra  •  
  • 69.900 km recorridos  •  
  • 1913 emails  •  
  • 7896 fotografías  •  
  • 8 premios  •  
  • 3 bebés nacidos dentro del equipo técnico de la obra...  •  

El punto de partida

La necesidad de curar un gran vacío urbano que desconecta el casco antiguo de Cehegín y disfrutar de un jardín habitable en una región que sufre escasez de agua, son los puntos de partida de este relato.

Era un gran vacío, una herida a la espalda de la zona alta del casco antiguo de la ciudad. Lo llamaban “El Coso” y se encontraba en Cehegín (Murcia). Había pertenecido a un barrio más del pueblo, con sus viviendas adaptadas a la pendiente de la colina. Tras una fuerte nevada en la década de los 50, un gran número de esas viviendas se vino abajo. El antiguo hogar de varias familias, seguía ligado a su recuerdo mientras el espacio se deterioraba poco a poco. Como consecuencia de este desastre, “El Coso” se transformó en una gran desconexión de calles, los grandes desniveles del entorno no ayudaban a habitarlo. Las personas intentaban cruzarlo como podían, dejando marcadas sus huellas de paso a modo de “desire paths”.

Caminando por las calles del casco antiguo de Cehegín, se podía percibir la necesidad de respirar a través de jardines habitables. Pero para conseguirlo, se requerían grandes cantidades de agua, todo un problema en la región de Murcia.