En el año 1790, Xavier de Maistre emprendió una expedición insólita que tituló: “Viaje alrededor de mi cuarto” (Maistre, 1999). Fue obligado a permanecer confinado durante cuarenta y dos días en su habitación como consecuencia de un duelo (Maistre, 1999, p.13). El resultado, fue un escrito que nos guía a través de mobiliario, trayectorias y grandes temas relacionados con la existencia humana como si viajara por un país extraño.

En el año 2020, un virus conocido con el nombre de COVID-19 o Coronavirus (Pires et al., 2020), nos tiene en régimen de reclusión en nuestros hogares a gran parte del mundo. En España vivimos bajo un estado de alarma que nos prohibe salir salvo contadas excepciones relacionadas con la supervivencia (Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que se declara el estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19, 2020).

(Foto de Miguel Á. Padriñán en Pexels)

Sin embargo, como venimos diciendo en este medio, pertenecemos a una especie que necesita caminar y estar en contacto con la naturaleza, en espacios exteriores (García Fernández, 2019a) y ahora lo estamos experimentando más si cabe.

(Foto de Jean-Guy Nakars en Unsplash)

Nacimiento del Río Cuervo

¿Qué hacer entonces? Ampliar la mirada y actuar, tal como nos aconseja Montse Burgos Espinosa, psicóloga social y consultora artesana en su artículo “Salir del bloqueo” (Burgos Espinosa, 2020). Como Xavier, nos vemos avocados a tomar una decisión. En su momento vio en la escritura y el análisis de su entorno una puerta abierta para pasear y de alguna forma salir de su reclusión. En situaciones como la que vivimos en esta crisis, está en nuestra mano cambiar la mirada a nuestro entorno y actuar con los recursos de los que disponemos. Ahora contamos con muchos medios que nos pueden ayudar en esta tarea. Imaginaos esta situación sin redes sociales o internet, sería muy difícil afrontarla, pues nos estamos nutriendo de nuestras redes para paliar la falta de contacto físico.

Desde la irrupción del coronavirus, estamos sufriendo pérdidas humanas y todas las personas nos estamos viendo afectadas de una manera u otra en mayor o menor medida, por no hablar de las consecuencias a nivel económico que conlleva. Sin embargo, de manera paradójica, que paremos nuestra actividad supone un descanso para el planeta. Se ha reducido de manera significativa la contaminación en la primera semana del decreto de estado de alarma. Según apunta Adrián Fernández Carrasco desde Greenpeace:

“(…) los valores medios de dióxido de nitrógeno apenas han alcanzado el 40% del límite fijado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Unión Europea (UE). En Madrid, desde que el martes 10 de marzo comenzasen las primeras medidas de contención, como el teletrabajo o la suspensión de clases, los niveles de NO2 han bajado día tras día. Una reducción que se hizo patente a partir de la aplicación del estado de alarma el sábado 14, medida que limitaba drásticamente el uso del vehículo particular.” (Fernández Carrasco, 2020)

La reducción del tráfico, seguido del descenso de la actividad industrial y unido a la inestabilidad meteorológica de una DANA que contribuye a disipar la contaminación, son los factores que se esconden detrás de esta reducción.

(Nacimiento del Rio Cuervo, Cuenca | Foto de cómo crear historias)

Tratemos de ver esta situación como una oportunidad única para replantearnos nuestra relación con el entorno, que es precisamente lo que tratamos de hacer desde “cómo crear historias”, integrando la naturaleza en los espacios construidos.

A escala urbana, Carlos Moreno en El País, hace la siguiente reflexión urbana en relación a crisis del coronavirus:

“(…) la ciudad del cuarto de hora, el territorio de media hora, la ciudad y el territorio de proximidad… Todos son enfoques propuestos para construir otra forma de existir frente a los desafíos inevitables de la calidad de vida. Reencontrar lo cercano también es volverse resiliente ante las graves perturbaciones que puedan ocurrir regularmente en nuestros universos vitales. Reencontrar las calles tranquilas y verdes, la movilidad ciclista o peatonal, hacer compras de proximidad, acceder a múltiples servicios, tener a mano diversidad de posibilidades para afrontar lo cotidiano, encontrar la manera de trabajar cerca de casa de forma presencial o digital, hacer que un mismo lugar tenga muchos usos y que cada uno sea un nuevo campo de opciones son respuestas que van al fondo de las cosas.” (Moreno, 2020) 

Después de todo este episodio de reclusión, viviremos las ciudades de manera diferente, habremos trazado vínculos con el entorno a escala humana que nos harán pensar más como colectivo. Habremos descubierto lo cercano y nuestra necesidad de relacionarnos con el entorno, habremos dado un paso más para transformar nuestras ciudades en resilientes y policéntricas.

(Foto de Marcio Henrique en Pexels)

En una escala más próxima a la urbana, más allá de otros espacios nos encontramos con la vivienda. Durante esta crisis, nuestros hogares se han convertido en espacios de reclusión. Analicemos estos lugares y las posibilidades de “fuga” de nuestro confinamiento para vincularnos con el exterior, nuestra especialidad, respetando siempre las medidas decretadas por el estado de alarma, por supuesto.

(Foto de Ava Coploff en Unsplash)

¿Qué es un espacio de reclusión?

Si buceamos en el ámbito de la psicología ambiental, podríamos definir a los espacios de reclusión como lugares que se encuentran separados físicamente de la comunidad, de manera tradicional fuera de los centros urbanos, aunque muchos de estos sitios han sido engullidos por el propio crecimiento de la ciudad.

En los espacios de reclusión, existe una falta de control de la situación por parte de las personas que los usan. Son ambientes institucionales como hospitales, psiquiátricos, residencias o centros penitenciarios (Aragonés Tapia & Amérigo Cuervo-Arango, 1998, p.241). Me atrevería a añadir a los colegios y a las oficinas que durante un intervalo de tiempo, los vivimos de esta manera, aunque ese sería un tema que daría para varios artículos.

Ya hablamos de cómo “escaparte” de un hospital con la ayuda de un jardín en nuestro artículo dedicado a los healing gardens (García Fernández, 2019b) o cómo aprovechar las reuniones para dar un paseo o mirar la naturaleza a través de la ventana para huir del confinamiento cuando hablamos de los baños de bosque (García Fernández, 2019a).

¿Cómo salir de nuestro espacio de reclusión?: catálogo de espacios de fuga

En estos días, he ido recopilando pautas y recomendaciones desde la psicología ambiental y de la salud en las que mencionan aspectos espaciales que os pueden ayudar.

La asociación de psicología ambiental Psicamb ha publicado en sus redes sociales un conjunto de pautas para estar en casa durante crisis del coronavirus (Psicamb, 2020).

Por otro lado Silvia Gismera Neuberger, psicóloga de la salud, experta en gestión del descanso, sueño y hábitos saludables, ha publicado en sus redes sociales un conjunto de pautas para mantener un buen sueño durante el confinamiento (Gismera Neuberger, 2020).

Usando estas fuentes y añadiendo otras que iré mencionando, he elaborado un catálogo de espacios de fuga en tu hogar, para que los localices, los adaptes y puedas “salir” del confinamiento:

(Foto de Najib Kalil en Unsplash)

01. Naturaleza, paisajes, jardines, patios y terrazas (aunque no tengas)

Si tienes la suerte de contar con un jardín, patio o terrazas de uso privado, seguro que el confinamiento estará siendo más llevadero ¿verdad? Son espacios que te cuidan. Te aportan luz y ese contacto con la naturaleza y con el exterior que tanto necesitamos en circunstancias normales, más si cabe en ésta. Los balcones se han transformado en todo un símbolo de relación con los demás, de expresión, que nos permiten sentir que formamos parte de un gran colectivo.

(Foto de Tanya Prodan en Unsplash)

Desde tu espacio exterior, puedes observar los elementos naturales: las plantas, aves, insectos… seguro que haces grandes descubrimientos, hay todo un ecosistema en tu jardín. También puedes observar los elementos artificiales: cotillea los edificios de enfrente o la calle si se ve. Darte un baño de luz, con las medidas de protección adecuadas, incluso puedes analizar cómo usas este espacio y plantearte algunas modificaciones o hacer labores de jardinería.

(Foto de Scott Webb en Unsplash)

¿No tienes un jardín, patio o balcón? Echa mano de tus plantas de interior. Organiza un jardín de interior, haz un poco de plantscaping. Crea jardines en los espacios que más habites en tu día a día. Si teletrabajas, seguro que has transformado tu salón en una oficina ¿te imaginas disfrutar de tu jardín de interior mientras trabajas? Es una delicia, te lo digo por experiencia.

(Foto de Armando Castillejos en Unsplash)

Planscaping

¿Tampoco tienes plantas de interior? No desesperes, además de aprovechar esos momentos en los que está permitido salir, puedes visitar espacios naturales o los jardines de otros a través paseos virtuales de manera gratuita. Te recomiendo la web UPM forest life, es una experiencia global de paseos el bosques con sonido ambiental.

Otra opción es leer sobre naturaleza, parques y ver fotografías, en ese caso te recomiendo Mompin’s Jardins, un blog de Josep M Mompín Valeri, paisajista y ambientólogo. Tiene visitas tanto a jardines como espacios naturales. También puedes visitar tu biblioteca, seguro que encuentras algún libro de fotos o sobre naturaleza.

Te recomiendo la lectura de “El Poder del Bosque” de Qing Li (Li, 2018). Da pautas para llevarte el bosque tanto a casa como a tu espacio de trabajo introduciendo plantas, aromas de la naturaleza, pausas con vistas a un espacio verde,  incluso sonidos (Li, 2018, p. 227).

Que no te apetece leer o pasear de manera virtual, para eso está instagram, encontrarás una auténtica colección de plantas, jardines y paisajes. Te recomiendo estos hashtags:

#plantsmakepeoplehappy

#propagationstation

#newperennialmovement

#urbanjungle

Hay muchos más que seguro irás descubriendo. Incluso te pueden servir de inspiración para crear tus propios jardines, si no ahora, más adelante.

También puedes colgar fotografías de paisajes lejanos en tus paredes, si dispones de ellas o incluso viajar sin moverte el sitio como Xavier de Maestre, deja volar tu imaginación.

Sin duda, esta falta de contacto con el medio nos hará apreciar más nuestro entorno y habrá personas que descubran la naturaleza y el respeto por el medioambiente.

(Plantscaping de andar por casa | Foto de cómo crear historias)

Rio Alberche en Villa del Prado

02. Ventanas

Despeja todas tus ventanas, ábrelas si el tiempo lo permite, sube todas la persianas, ¡qué entre la luz y el aire!

Puedes utilizar estos huecos para observar elementos naturales y artificiales en la distancia. Escucha, ahora se oye más el canto de las aves. Date un baño de luz, con las medidas de protección adecuadas, por supuesto.

Si tus ventanas dan a un patio interior y apenas iluminan las estancias, puedes colocar espejos que reflejen la luz  hacia tu espacio.

Si no entra apenas luz, por la mañana echa mano de la luz artificial led, incluso puedes subir el brillo de tus pantallas (Gismera Neuberger, 2020).

(Río Alberche a la altura de Villa del Prado (Madrid) | Foto de cómo crear historias)

03. Ampliación de espacios

Puedes escapar ampliando tus espacios de varias maneras (Psicamb, 2020):

  • Pon orden y guarda cosas.
  • Si dispones de varios espacios, puedes delimitar actividades a cada espacio, para ayudarte a reducir diferentes estímulos.
  • Cambia la disposición del mobiliario, puedes analizar el uso que haces del espacio y adaptarlo mejor a tus necesidades. Por ejemplo, si necesitas un lugar calentito y con iluminación para trabajar, busca ese espacio en tu casa y transfórmalo en tu oficina.
  • Si no tienes mucho espacio, haz un uso flexible de éste: un mismo lugar puede servir para diferentes acciones tan solo cambiando la disposición del mobiliario. Eso sí, respeta que el espacio de cama sea para dormir, nos advierte Silvia Gismera Neuberger (Gismera Neuberger, 2020).
  • Busca espacios infrautilizados y dales un uso.
  • Distingue entre lugares privados y comunes. Resérvate algún espacio para estar tiempo a solas, todos necesitamos momentos de privacidad.

(Photo by Sergio Rodriguez - Portugues del Olmo on Unsplash)

Multi-Chair de Joe Colombo

04. La orientación si importa

En 1963, el arquitecto Viktor Olgyay, publica su gran obra: “Arquitectura y clima. Manual de diseño bioclimático para arquitectos y urbanistas” que se convertirá en un gran clásico de la arquitectura bioclimática donde nos habla de la relación entre los edificios y el medio natural que los envuelve. Entre otros muchos temas de gran interés, nos sugiere determinadas orientaciones para cada una de las estancias (Olgyay, 2002, p. 62)

¿Qué orientación tienen cada uno de los espacios de tu vivienda? Igual es hora de replantearte el cambio de uso de alguno de tus espacios. Unas orientaciones, vinculadas a unas condiciones de luz y temperatura determinadas son mejores para una actividad que para otra.

(Joe Colombo, Multi-Chair, 1970 | Upload by ISERN Lionel en Pinterest)

Orientaciones recomendadas según el uso

Puedes analizar cómo usas tu vivienda, ahora que pasas tanto tiempo en ella. Planifica los cambios necesarios para acomodar tus espacios a vuestras necesidades y relacionarte con el exterior. Unos podrás solventarlos en el momento, otros, requerían más medios de los que podrás disponer en un futuro. Incluso si lo necesitas, podemos ayudarte para guiarte en el análisis y adaptación de tu vivienda desde este nuevo enfoque.

Mientras tanto, quédate en casa, de esta vamos a salir.

(Orientación recomendada según uso | Infografía: cómo crear historias. Fuente: Olgyay, 2002, p. 62)

Not today #COVID19

Fotografías: (Por orden de aparición)

  1. Foto de Miguel Á. Padriñán en Pexels
  2. Foto de Jean-Guy Nakars en Unsplash
  3. Nacimiento del Rio Cuervo, Cuenca | Foto de cómo crear historias
  4. Foto de Marcio Henrique en Pexels
  5. Foto de Ava Coploff en Unsplash
  6. Foto de Najib Kalil en Unsplash
  7. Foto de Tanya Prodan en Unsplash
  8. Foto de Scott Webb en Unsplash
  9. Foto de Armando Castillejos en Unsplash
  10. Plantscaping de andar por casa | Foto de cómo crear historias
  11. Río Alberche a la altura de Villa del Prado (Madrid) | Foto de cómo crear historias
  12. Photo by Sergio Rodriguez – Portugues del Olmo on Unsplash
  13. Joe Colombo, Multi-Chair, 1970 | Upload by ISERN Lionel en Pinterest
  14. Orientación recomendada según uso | Infografía: cómo crear historias. Fuente: (Olgyay, 2002, p. 62)
  15. Foto de cottonbro en Pexels

 

Bibliografía:

Aragonés Tapia, J. I., & Amérigo Cuervo-Arango, M. (Eds.). (1998). Psicología Ambiental. Psicología Pirámide.

Burgos Espinosa, M. (2020, 17). Salir del bloqueo. Montse Burgos Espinosa.

Fernández Carrasco, A. (2020, 19). Descienden los niveles de contaminación durante el estado de alarma del coronavirus. Greenpeace España.

García Fernández, M. (2019a). ¿Cuánta naturaleza necesitas? Erase una vez los baños de bosque. como crear historias.

García Fernández, M. (2019b). Healing gardens, los jardines sanadores que te cuidan. como crear historias.

Gismera Neuberger, S. (2020). Mantén un buen sueño durante el periodo de confinamiento.

Maistre, X. de. (1999). Viajes alrededor de mi cuarto y otros relatos (relatos completos). Espasa Calpe

Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que se declara el estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19, BOE-A-2020-3692 p. 25390 a 25400 (2020).

Moreno, C. (2020, marzo 13). Una visión urbana sobre la crisis del coronavirus. El País.

Olgyay, V. (2002). Arquitectura y clima: Manual de diseño bioclimatico para arquitectos y urbanistas (2a edición). Gustavo Gili Diseño.

Pires, L. S., Andrino, B., Llaneras, K., & Grasso, D. (2020, 17). El mapa del coronavirus: Así crecen los casos día a día y país por país. El País.

Psicamb. (2020). Pautas para estar en casa durante crisis del coronavirus.

(Foto de cottonbro en Pexels)