Categoría: espacios comunes
En el año 1790, Xavier de Maistre emprendió una expedición insólita que tituló: “Viaje alrededor de mi cuarto” (Maistre, 1999). Fue obligado a permanecer confinado durante cuarenta y dos días en su habitación como consecuencia de un duelo (Maistre, 1999, p.13). El resultado, fue un escrito que nos guía a través de mobiliario, trayectorias y grandes temas relacionados con la existencia humana como si viajara por un país extraño.
En el año 2020, un virus conocido con el nombre de COVID-19 o Coronavirus (Pires et al., 2020), nos tiene en régimen de reclusión en nuestros hogares a gran parte del mundo. En España vivimos bajo un estado de alarma que nos prohibe salir salvo contadas excepciones relacionadas con la supervivencia (Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que se declara el estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19, 2020).
(Foto de Miguel Á. Padriñán en Pexels)
Sin embargo, como venimos diciendo en este medio, pertenecemos a una especie que necesita caminar y estar en contacto con la naturaleza, en espacios exteriores (García Fernández, 2019a) y ahora lo estamos experimentando más si cabe.
(Foto de Jean-Guy Nakars en Unsplash)
¿Qué hacer entonces? Ampliar la mirada y actuar, tal como nos aconseja Montse Burgos Espinosa, psicóloga social y consultora artesana en su artículo “Salir del bloqueo” (Burgos Espinosa, 2020). Como Xavier, nos vemos avocados a tomar una decisión. En su momento vio en la escritura y el análisis de su entorno una puerta abierta para pasear y de alguna forma salir de su reclusión. En situaciones como la que vivimos en esta crisis, está en nuestra mano cambiar la mirada a nuestro entorno y actuar con los recursos de los que disponemos. Ahora contamos con muchos medios que nos pueden ayudar en esta tarea. Imaginaos esta situación sin redes sociales o internet, sería muy difícil afrontarla, pues nos estamos nutriendo de nuestras redes para paliar la falta de contacto físico.
Desde la irrupción del coronavirus, estamos sufriendo pérdidas humanas y todas las personas nos estamos viendo afectadas de una manera u otra en mayor o menor medida, por no hablar de las consecuencias a nivel económico que conlleva. Sin embargo, de manera paradójica, que paremos nuestra actividad supone un descanso para el planeta. Se ha reducido de manera significativa la contaminación en la primera semana del decreto de estado de alarma. Según apunta Adrián Fernández Carrasco desde Greenpeace:
“(…) los valores medios de dióxido de nitrógeno apenas han alcanzado el 40% del límite fijado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Unión Europea (UE). En Madrid, desde que el martes 10 de marzo comenzasen las primeras medidas de contención, como el teletrabajo o la suspensión de clases, los niveles de NO2 han bajado día tras día. Una reducción que se hizo patente a partir de la aplicación del estado de alarma el sábado 14, medida que limitaba drásticamente el uso del vehículo particular.” (Fernández Carrasco, 2020)
La reducción del tráfico, seguido del descenso de la actividad industrial y unido a la inestabilidad meteorológica de una DANA que contribuye a disipar la contaminación, son los factores que se esconden detrás de esta reducción.
(Nacimiento del Rio Cuervo, Cuenca | Foto de cómo crear historias)
Tratemos de ver esta situación como una oportunidad única para replantearnos nuestra relación con el entorno, que es precisamente lo que tratamos de hacer desde “cómo crear historias”, integrando la naturaleza en los espacios construidos.
A escala urbana, Carlos Moreno en El País, hace la siguiente reflexión urbana en relación a crisis del coronavirus:
“(…) la ciudad del cuarto de hora, el territorio de media hora, la ciudad y el territorio de proximidad… Todos son enfoques propuestos para construir otra forma de existir frente a los desafíos inevitables de la calidad de vida. Reencontrar lo cercano también es volverse resiliente ante las graves perturbaciones que puedan ocurrir regularmente en nuestros universos vitales. Reencontrar las calles tranquilas y verdes, la movilidad ciclista o peatonal, hacer compras de proximidad, acceder a múltiples servicios, tener a mano diversidad de posibilidades para afrontar lo cotidiano, encontrar la manera de trabajar cerca de casa de forma presencial o digital, hacer que un mismo lugar tenga muchos usos y que cada uno sea un nuevo campo de opciones son respuestas que van al fondo de las cosas.” (Moreno, 2020)
Después de todo este episodio de reclusión, viviremos las ciudades de manera diferente, habremos trazado vínculos con el entorno a escala humana que nos harán pensar más como colectivo. Habremos descubierto lo cercano y nuestra necesidad de relacionarnos con el entorno, habremos dado un paso más para transformar nuestras ciudades en resilientes y policéntricas.
(Foto de Marcio Henrique en Pexels)
En una escala más próxima a la urbana, más allá de otros espacios nos encontramos con la vivienda. Durante esta crisis, nuestros hogares se han convertido en espacios de reclusión. Analicemos estos lugares y las posibilidades de “fuga” de nuestro confinamiento para vincularnos con el exterior, nuestra especialidad, respetando siempre las medidas decretadas por el estado de alarma, por supuesto.
(Foto de Ava Coploff en Unsplash)
¿Qué es un espacio de reclusión?
Si buceamos en el ámbito de la psicología ambiental, podríamos definir a los espacios de reclusión como lugares que se encuentran separados físicamente de la comunidad, de manera tradicional fuera de los centros urbanos, aunque muchos de estos sitios han sido engullidos por el propio crecimiento de la ciudad.
En los espacios de reclusión, existe una falta de control de la situación por parte de las personas que los usan. Son ambientes institucionales como hospitales, psiquiátricos, residencias o centros penitenciarios (Aragonés Tapia & Amérigo Cuervo-Arango, 1998, p.241). Me atrevería a añadir a los colegios y a las oficinas que durante un intervalo de tiempo, los vivimos de esta manera, aunque ese sería un tema que daría para varios artículos.
Ya hablamos de cómo “escaparte” de un hospital con la ayuda de un jardín en nuestro artículo dedicado a los healing gardens (García Fernández, 2019b) o cómo aprovechar las reuniones para dar un paseo o mirar la naturaleza a través de la ventana para huir del confinamiento cuando hablamos de los baños de bosque (García Fernández, 2019a).
¿Cómo salir de nuestro espacio de reclusión?: catálogo de espacios de fuga
En estos días, he ido recopilando pautas y recomendaciones desde la psicología ambiental y de la salud en las que mencionan aspectos espaciales que os pueden ayudar.
La asociación de psicología ambiental Psicamb ha publicado en sus redes sociales un conjunto de pautas para estar en casa durante crisis del coronavirus (Psicamb, 2020).
Por otro lado Silvia Gismera Neuberger, psicóloga de la salud, experta en gestión del descanso, sueño y hábitos saludables, ha publicado en sus redes sociales un conjunto de pautas para mantener un buen sueño durante el confinamiento (Gismera Neuberger, 2020).
Usando estas fuentes y añadiendo otras que iré mencionando, he elaborado un catálogo de espacios de fuga en tu hogar, para que los localices, los adaptes y puedas “salir” del confinamiento:
(Foto de Najib Kalil en Unsplash)
01. Naturaleza, paisajes, jardines, patios y terrazas (aunque no tengas)
Si tienes la suerte de contar con un jardín, patio o terrazas de uso privado, seguro que el confinamiento estará siendo más llevadero ¿verdad? Son espacios que te cuidan. Te aportan luz y ese contacto con la naturaleza y con el exterior que tanto necesitamos en circunstancias normales, más si cabe en ésta. Los balcones se han transformado en todo un símbolo de relación con los demás, de expresión, que nos permiten sentir que formamos parte de un gran colectivo.
(Foto de Tanya Prodan en Unsplash)
Desde tu espacio exterior, puedes observar los elementos naturales: las plantas, aves, insectos… seguro que haces grandes descubrimientos, hay todo un ecosistema en tu jardín. También puedes observar los elementos artificiales: cotillea los edificios de enfrente o la calle si se ve. Darte un baño de luz, con las medidas de protección adecuadas, incluso puedes analizar cómo usas este espacio y plantearte algunas modificaciones o hacer labores de jardinería.
(Foto de Scott Webb en Unsplash)
¿No tienes un jardín, patio o balcón? Echa mano de tus plantas de interior. Organiza un jardín de interior, haz un poco de plantscaping. Crea jardines en los espacios que más habites en tu día a día. Si teletrabajas, seguro que has transformado tu salón en una oficina ¿te imaginas disfrutar de tu jardín de interior mientras trabajas? Es una delicia, te lo digo por experiencia.
(Foto de Armando Castillejos en Unsplash)
¿Tampoco tienes plantas de interior? No desesperes, además de aprovechar esos momentos en los que está permitido salir, puedes visitar espacios naturales o los jardines de otros a través paseos virtuales de manera gratuita. Te recomiendo la web UPM forest life, es una experiencia global de paseos el bosques con sonido ambiental.
Otra opción es leer sobre naturaleza, parques y ver fotografías, en ese caso te recomiendo Mompin’s Jardins, un blog de Josep M Mompín Valeri, paisajista y ambientólogo. Tiene visitas tanto a jardines como espacios naturales. También puedes visitar tu biblioteca, seguro que encuentras algún libro de fotos o sobre naturaleza.
Te recomiendo la lectura de “El Poder del Bosque” de Qing Li (Li, 2018). Da pautas para llevarte el bosque tanto a casa como a tu espacio de trabajo introduciendo plantas, aromas de la naturaleza, pausas con vistas a un espacio verde, incluso sonidos (Li, 2018, p. 227).
Que no te apetece leer o pasear de manera virtual, para eso está instagram, encontrarás una auténtica colección de plantas, jardines y paisajes. Te recomiendo estos hashtags:
Hay muchos más que seguro irás descubriendo. Incluso te pueden servir de inspiración para crear tus propios jardines, si no ahora, más adelante.
También puedes colgar fotografías de paisajes lejanos en tus paredes, si dispones de ellas o incluso viajar sin moverte el sitio como Xavier de Maestre, deja volar tu imaginación.
Sin duda, esta falta de contacto con el medio nos hará apreciar más nuestro entorno y habrá personas que descubran la naturaleza y el respeto por el medioambiente.
(Plantscaping de andar por casa | Foto de cómo crear historias)
02. Ventanas
Despeja todas tus ventanas, ábrelas si el tiempo lo permite, sube todas la persianas, ¡qué entre la luz y el aire!
Puedes utilizar estos huecos para observar elementos naturales y artificiales en la distancia. Escucha, ahora se oye más el canto de las aves. Date un baño de luz, con las medidas de protección adecuadas, por supuesto.
Si tus ventanas dan a un patio interior y apenas iluminan las estancias, puedes colocar espejos que reflejen la luz hacia tu espacio.
Si no entra apenas luz, por la mañana echa mano de la luz artificial led, incluso puedes subir el brillo de tus pantallas (Gismera Neuberger, 2020).
(Río Alberche a la altura de Villa del Prado (Madrid) | Foto de cómo crear historias)
03. Ampliación de espacios
Puedes escapar ampliando tus espacios de varias maneras (Psicamb, 2020):
- Pon orden y guarda cosas.
- Si dispones de varios espacios, puedes delimitar actividades a cada espacio, para ayudarte a reducir diferentes estímulos.
- Cambia la disposición del mobiliario, puedes analizar el uso que haces del espacio y adaptarlo mejor a tus necesidades. Por ejemplo, si necesitas un lugar calentito y con iluminación para trabajar, busca ese espacio en tu casa y transfórmalo en tu oficina.
- Si no tienes mucho espacio, haz un uso flexible de éste: un mismo lugar puede servir para diferentes acciones tan solo cambiando la disposición del mobiliario. Eso sí, respeta que el espacio de cama sea para dormir, nos advierte Silvia Gismera Neuberger (Gismera Neuberger, 2020).
- Busca espacios infrautilizados y dales un uso.
- Distingue entre lugares privados y comunes. Resérvate algún espacio para estar tiempo a solas, todos necesitamos momentos de privacidad.
(Photo by Sergio Rodriguez - Portugues del Olmo on Unsplash)
04. La orientación si importa
En 1963, el arquitecto Viktor Olgyay, publica su gran obra: “Arquitectura y clima. Manual de diseño bioclimático para arquitectos y urbanistas” que se convertirá en un gran clásico de la arquitectura bioclimática donde nos habla de la relación entre los edificios y el medio natural que los envuelve. Entre otros muchos temas de gran interés, nos sugiere determinadas orientaciones para cada una de las estancias (Olgyay, 2002, p. 62)
¿Qué orientación tienen cada uno de los espacios de tu vivienda? Igual es hora de replantearte el cambio de uso de alguno de tus espacios. Unas orientaciones, vinculadas a unas condiciones de luz y temperatura determinadas son mejores para una actividad que para otra.
(Joe Colombo, Multi-Chair, 1970 | Upload by ISERN Lionel en Pinterest)
Puedes analizar cómo usas tu vivienda, ahora que pasas tanto tiempo en ella. Planifica los cambios necesarios para acomodar tus espacios a vuestras necesidades y relacionarte con el exterior. Unos podrás solventarlos en el momento, otros, requerían más medios de los que podrás disponer en un futuro. Incluso si lo necesitas, podemos ayudarte para guiarte en el análisis y adaptación de tu vivienda desde este nuevo enfoque.
Mientras tanto, quédate en casa, de esta vamos a salir.
(Orientación recomendada según uso | Infografía: cómo crear historias. Fuente: Olgyay, 2002, p. 62)
Fotografías: (Por orden de aparición)
- Foto de Miguel Á. Padriñán en Pexels
- Foto de Jean-Guy Nakars en Unsplash
- Nacimiento del Rio Cuervo, Cuenca | Foto de cómo crear historias
- Foto de Marcio Henrique en Pexels
- Foto de Ava Coploff en Unsplash
- Foto de Najib Kalil en Unsplash
- Foto de Tanya Prodan en Unsplash
- Foto de Scott Webb en Unsplash
- Foto de Armando Castillejos en Unsplash
- Plantscaping de andar por casa | Foto de cómo crear historias
- Río Alberche a la altura de Villa del Prado (Madrid) | Foto de cómo crear historias
- Photo by Sergio Rodriguez – Portugues del Olmo on Unsplash
- Joe Colombo, Multi-Chair, 1970 | Upload by ISERN Lionel en Pinterest
- Orientación recomendada según uso | Infografía: cómo crear historias. Fuente: (Olgyay, 2002, p. 62)
- Foto de cottonbro en Pexels
Bibliografía:
Aragonés Tapia, J. I., & Amérigo Cuervo-Arango, M. (Eds.). (1998). Psicología Ambiental. Psicología Pirámide.
Burgos Espinosa, M. (2020, 17). Salir del bloqueo. Montse Burgos Espinosa.
Fernández Carrasco, A. (2020, 19). Descienden los niveles de contaminación durante el estado de alarma del coronavirus. Greenpeace España.
García Fernández, M. (2019a). ¿Cuánta naturaleza necesitas? Erase una vez los baños de bosque. como crear historias.
García Fernández, M. (2019b). Healing gardens, los jardines sanadores que te cuidan. como crear historias.
Gismera Neuberger, S. (2020). Mantén un buen sueño durante el periodo de confinamiento.
Maistre, X. de. (1999). Viajes alrededor de mi cuarto y otros relatos (relatos completos). Espasa Calpe
Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que se declara el estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19, BOE-A-2020-3692 p. 25390 a 25400 (2020).
Moreno, C. (2020, marzo 13). Una visión urbana sobre la crisis del coronavirus. El País.
Olgyay, V. (2002). Arquitectura y clima: Manual de diseño bioclimatico para arquitectos y urbanistas (2a edición). Gustavo Gili Diseño.
Pires, L. S., Andrino, B., Llaneras, K., & Grasso, D. (2020, 17). El mapa del coronavirus: Así crecen los casos día a día y país por país. El País.
Psicamb. (2020). Pautas para estar en casa durante crisis del coronavirus.
(Foto de cottonbro en Pexels)
Todos están tan estresados, sobre todo los pacientes. Pasar muchas horas en el hospital, puede ser una experiencia estresante, tanto para pacientes como para visitantes y personal del centro. No debería ser así, ¡es un hospital! — Te reprochas — Debería reinar la calma y el respeto.
Laguna del Campillo
(Parque Regional del Sureste, Rivas-Vaciamadrid, Madrid)
Autor: Bernardo García Medrano
El origen de los healing gardens
¿Recuerdas cuando leíste “La montaña mágica” de Thomas Mann, la fascinación que sentiste por ese sanatorio de los Alpes suizos?
¿Recuerdas las historias que tu abuelo te contó donde la naturaleza, la luz natural y el aire fresco eran elementos clave en la sanación en monasterios medievales, sanatorios y hospitales en los siglos pasados? ¿Qué fue lo que ocurrió para que se abandonase esta vinculación con la naturaleza? Todas estas preguntas te condujeron a este artículo y tienen como telón de fondo o como solución la creación de healing gardens o jardines sanadores.
Clare Cooper Marcus, destacada profesora en arquitectura y paisaje, investigadora pionera en el campo de paisajes curativos y Roger S. Ulrich, el investigador más citado a nivel internacional en diseño sanitario, lo tienen claro: entre 1950 y 1990, el acceso terapéutico a la naturaleza desapareció y se empezaron a construir hospitales en estilo internacional, con aire acondicionado en lugar de ventilación natural, sin terrazas y sin balcones. El espacio para los coches y las zonas de aparcamiento devoraron el entorno natural. Los arquitectos y administradores se centraron en crear ambientes eficientes para las nuevas tecnologías. El resultado fueron espacios institucionales y estresantes para los pacientes, visitantes y personal que trabaja en ellos, donde no se tiene en cuenta las necesidades emocionales y psicológicas (Cooper Marcus, 2007; Roger S. Ulrich, 1999).
Davos visto desde el aire en invierno (paisaje del entorno de “La montaña mágica”)
Autor: Flyout
Entre 1972 y 1981, Roger S. Ulrich estudió a los pacientes de un hospital suburbano de Pensilvania para comprobar si las habitaciones con vistas a un entorno natural tienen influencias restauradoras. Determinó que los pacientes que pudieron disfrutar de unas vistas a la naturaleza, tuvieron una estancia en el hospital más corta, pues se recuperaron antes. Obtuvieron menos comentarios de evaluación negativos de las enfermeras, tomaron menos analgésicos y tuvieron menos complicaciones postoperatorias. (Roger S. Ulrich, 1984). Parece que este estudio fue uno de los detonantes, pues entre los años 80 y 90 del S.XX, le siguieron otros investigadores como Harting, MacRae, Francis y Cooper Marcus entre otros, y dieron soporte a la teoría de que las vistas o pasar tiempo en la naturaleza, influyen de manera positiva en la salud.
Ya en la década de los 90 del S.XX, es cuando en EEUU se inicia un movimiento centrado en el paciente. Los administradores de hospitales como tú, tomaron conciencia de las consecuencias negativas de estos ambientes institucionales para transformarlos tanto de manera exterior como interior, en ambientes confortables, agradables, familiares y domésticos (Cooper Marcus, 2007). En este caldo de cultivo, probablemente fue cuando empiezan a renacer un gran número healing gardens o jardines sanadores. Sin embargo, en España son muy poco conocidos, salvo alguna mención anecdótica en presa, apenas se sabe de su existencia.
El espacio para los coches devora el entorno natural. Acceso a Hospital Provincial, Santiago de Compostela, Galicia
Autor: Luis Miguel Bugallo Sánchez
Los beneficios: de lo que es capaz un healing garden (y de lo que no)
La naturaleza tiene un gran poder creativo, además de curativo ¿Recuerdas al neurólogo y escritor Oliver Sacks? escribió un texto al respecto publicado en el The New York y titulado “el poder sanador de los jardines”:
“Como escritor, los jardines me parecen fundamentales para el proceso creativo; como médico, llevo a mis pacientes a visitar jardines siempre que me es posible. Todos hemos tenido la experiencia de pasear por un jardín exuberante o un desierto atemporal, de caminar a la orilla de un río o un océano, o de escalar una montaña y descubrir que nos hemos relajado y revitalizado a la vez, que tenemos la mente enfocada y el cuerpo y el espíritu renovados. La importancia de estos estados fisiológicos en la salud individual y comunitaria es fundamental y tiene un gran alcance. En cuarenta años de practicar la medicina, he descubierto que solo dos tipos de “terapia” no farmacéutica tienen una relevancia esencial para los pacientes con enfermedades neurológicas crónicas: la música y los jardines.” (Sacks, 2019)
Richard Louv, periodista y escritor especializado en familia, naturaleza y comunidad, tras analizar numerosas investigaciones sobre la necesidad de naturaleza que tienen todos los seres vivos incluso propone incluirlo en el sistema sanitario (Louv, 2012, p. 279).
Sin embargo, hay que aclarar que el contacto con la naturaleza de ninguna manera sustituye a la terapia profesional (Louv, 2012, p. 82).
Por su parte, Clair Cooper Marcus, hace también hincapié en matizar el significado de “healing” en inglés, pues no es sinónimo de “cure”. Los healing gardens no pueden curar una pierna por ejemplo, sin embargo sí pueden:
- Ayudar a reducir el estrés en pacientes, visitantes y personal.
- Ayudar a estimular los propios recursos de curación interna.
- Ofrecer un espacio de desarrollo de una terapia y rehabilitación.
- Proporcionar un ambiente relajado para la interacción entre los diferentes usuarios, pacientes, visitantes y personal del centro.
Puedes interactuar en un healing garden de la manera más pasiva a la más activa: ver el propio jardín a través de la ventana; dormitar, echar la siesta o meditar; hacer ejercicios de rehabilitación; caminar a tu lugar favorito; comer, leer, incluso hacer papeleo…; charlar mientras paseas; disfrutar de juegos infantiles; realizar caminatas a paso ligero; practicar deportes… (Cooper Marcus, 2007)
A estas actividades puedes incluir la de observar y poder disfrutar de la flora que atrae a la fauna pues con los healing garden estás generando biodiversidad que contribuye a la creación de ciudades más sanas.
Fragmento de vistas a través de las ventanas del CPEC, Cehegín, Murcia
Autor: David Frutos
El proceso de diseño
Vale, te he convencido, lo que necesitas es un healing garden ¿por dónde empiezas? No te preocupes, te ayudo.
Todo comienza con un proceso de diseño participativo del “equipo de diseño” que incluye a pacientes, visitantes, personal y expertos externos como nosotros, cada uno con sus conocimientos y experiencias.
¿Qué consigues con este proceso participativo? Clare Cooper Marcus y Naomi A. Sachs apuntan cinco razones que a su vez toman prestadas a Carpman and Grant:
- Ayudas a aclarar los objetivos de diseño.
- Contribuyes a reducir los costes de construcción evitando errores.
- Estimulas comportamientos y actitudes positivas.
- Creas un sentimiento de comunidad que favorecerá su posterior mantenimiento, apreciación y cuidado.
- Creas una estrategia de marketing.
(Cooper Marcus & Sachs, 2013, p. 47)
A estos motivos añadimos la mejora de la imagen del centro a ojos de los empleados (employer branding) muy necesario para que crees un buen clima de trabajo que retenga el talento.
A modo de punto de partida, Clare Cooper Marcus y Naomi A. Sachs recomiendan tres sesiones de diseño participativo de una hora cada una (Cooper Marcus & Sachs, 2013, p. 47). Con la experiencia que atesoramos en procesos de participación real, podemos decir que cada proceso es único y se va adaptando al contexto. Además, este proceso, que intentamos que sea lo más lúdico posible, lo complementamos con un análisis etnográfico del entorno, para saber cómo se desenvuelven los usuarios, sus movimientos, recorridos, comportamientos e interacciones entre otros aspectos.
Healing Garden. Botanic Gardens. Central Region, Singapore
Photo: Marcin Konsek
Las pautas de diseño
Del proceso participativo y del análisis etnográfico, extraemos las datos fundamentales para trazar el diseño. A estos datos, en la medida de las posibilidades del espacio, sumamos una serie de pautas clave que configuran los healing gardens. Según la teoría de apoyo al diseño del jardín de Roger S. Ulrich (Robert S. Ulrich, 1999) sintetizada por Clair Cooper Marcus (Cooper Marcus, 2007) los healing gardens han de contar con:
- Oportunidades para el movimiento y ejercicio físico
Circuitos con rutas largas y cortas a elegir, entornos para ejercicios de terapia física, espacios para que los niños puedan correr, lugares para paseos contemplativos, corredores con vistas exteriores a la naturaleza… Esta pauta conlleva beneficios para la salud cardiovascular, reduce la depresión.
- Oportunidades para tomar decisiones, buscar privacidad, y sensación de control.
Cuando una persona ingresa en el hospital y se convierte en paciente y sufre una “pérdida de control” a todos los niveles. Deciden todo por ella o él. La ausencia de control provoca estrés y tiene efectos negativos desde el punto de vista emocional y el sistema inmune. En el caso del personal del centro, disminuye la satisfacción en el trabajo. El jardín significa escapar.
Tienes que contar con lugares para poder elegir estar solo o acompañado, donde haya sol o sombra, con vistas lejanas o cercanas, mobiliario móvil, diferentes rutas para pasear.
También es vital en este punto incluirles en el proceso de diseño, tal como hemos indicado con anterioridad (Cooper Marcus & Sachs, 2013, p. 47).
- Oportunidades para que tengan lugar las experiencias sociales.
Las personas con un alto nivel de apoyo social están menos estresadas que otras aisladas y mejoran la recuperación y ratios de superviviencia.
Tenéis que contar con un horario de visitas prolongado, grupos de apoyo, y unas áreas de espera atractivas, además de proporcionar sub-espacios con mobiliario móvil con mesas y sillas para que grupos pequeños puedan disponer de privacidad.
En cuanto a localización, ha de estar junto a las habitaciones, áreas de espera y entrada.
Laguna de las Madres (Parque Regional del Sureste, Rivas-Vaciamadrid, Madrid)
Autor: Bernardo García Medrano
- Acceso a la naturaleza y otras distracciones positivas (biofília)
La naturaleza nos atrae, despierta los sentidos, nos calma la mente, reduce el estrés y ayuda al organismo a reunir sus propios recursos de curación interna.
El jardín tiene que poder usarse todo el año. Ha de proporcionar gran cantidad de vegetación sujeta a cambios estacionales, que se mueva con la brisa, con sutilezas cromáticas, texturas y formas y donde puedan sentarse durante largos periodos. Las plantas pueden usarse como también metáfora.
Tiene que ofrecer vistas al cielo y a los cambios de las formaciones de nubes e incluir superficies con agua que reflejan el cielo y los árboles, además de atraer a la fauna, nos recuerda que la vida continua. También elementos que incluyan la vista y el susurro del agua en movimiento y vistas al horizonte. Por supuesto, ha de incluir variedad de vistas lejanas y cercanas además de sub-espacios.
Arquitectura y paisajismo tienen que trabajar de la mano, para garantizar vistas al jardín desde las habitaciones, salas de espera, oficinas y pasillos.
A estas pautas de Roger S. Ulrich, Clair Cooper Marcus añade:
- Visibilidad
El wayfinding es fundamental para que la gente sepa que el jardín existe y donde está localizado. Tiene que ser accesible desde la entrada o visible desde el hall de entrada.
Por parte del personal, tiene que ser visible desde los puestos de enfermería si el jardín lo usan niños o a pacientes delicados.
- Accesibilidad
Las personas de todas la edades y habilidades han de poder entrar y moverse por el jardín. Los caminos han de ser anchos y con pavimento adecuado, de tal manera que quepan dos sillas de ruedas.
- Familiaridad
Cuando te sientes estresado, buscas ambientes familiares que te reconforten.
Una persona con depresión, puede ser reacia a abandonar la cama, una persona con ansiedad busca la familiaridad del hogar. De manera similar, las personas del entorno médico, estresadas por la sobrecarga de trabajo, enfermas o con ansiedad, necesitan tener acceso al jardín para disfrutar de un entorno familiar.
National AIDS Memorial Grove (Golden Gate Park, en San Francisco, California)
Autor: Runner1928
- Tranquilidad
En un jardín sanador, se necesita tranquilidad en contraste con el ruido de las llamadas por megafonía, la televisión, carritos, aire acondicionado, tráfico, y otros elementos ruidosos.
Las personas que usan el jardín, tienen que sentir la calma, el canto de las aves, el susurro del agua… por lo tanto el jardín tiene que estar alejado de posibles fuentes de ruido.
- Confort
Los pacientes se sienten vulnerables. Son mayores, están debilitados o tienen la movilidad reducida así que necesitan pasamanos, asientos a intervalos frecuentes (en especial cerca de las puertas de entrada) y pavimentos no deslumbrantes.
Tienen que sentirse y estar seguros, sin sensación de estar en una “pecera”. Tienen que poder cerrar los ojos y tumbarse al sol para echarse una siesta.
Algunos pacientes puede que necesiten alejarse de la luz del sol. Otros puede que se enfríen sentados al aire libre y necesiten sol o que tengan problemas para sentarse. Los bancos tienen que permitir expandirse y tumbarse, además de tener reposabrazos y respaldos.
- Arte sencillo
El arte abstracto puede percibirse como algo aterrador o amenazante por su complejidad a la hora de entenderlo, por lo tanto puede provocar ansiedad, así que no es apropiado para un hospital. Sin embargo, representaciones de la naturaleza y fotografías de paisajes, agua o árboles calman la ansiedad.
Hayedo de Otzarreta en el Parque Natural de Gorbeia (Bizkaia)
Autor: Cómo crear historias
Los matices en el diseño según el dignóstico y la aplicación en otros espacios
Existen diferentes matices a la hora de diseñar un healing garden, según las necesidades de los pacientes, existen jardines sanadores para (Cooper Marcus & Sachs, 2013): hospitales infantiles, rehabilitación, pacientes con Alzheimer y otras formas de demencia, pacientes con VIH/SIDA, pacientes de cáncer, personas mayores, cuidados paliativos, salud mental y del comportamiento.
También puedes incluir estos espacios en otros lugares donde sea necesario reducir el estrés como en oficinas, espacios públicos o de uso público, colegios, universidades, escuelas infantiles, bibliotecas, hoteles, viviendas… la lista es larga. Lee otra vez el texto pensando que se trata de un jardín corporativo para unas oficinas, para un colegio u otro edificio ¿a que sigue funcionando? Todos necesitamos disponer de un healing garden en nuestro entorno en cualquier momento, el día a día estresa.
Las localizaciones de un healing garden pueden ser muy variadas: patios, cubiertas ajardinadas, jardines verticales, incluso en espacios interiores, creando un paisaje interior (plantscaping). Aunque te parezca imposible, siempre hay un lugar donde ubicarlo.
A pesar de la gran cantidad de beneficios que llevan aparejados, los healing gardens o jardines sanadores en España son un tipo de espacio poco conocido.
¿A que esperas? crea tu healing garden cuanto antes, nosotros te ayudamos.
Healing Gardens en los medios
- Artículo «Jardines que curan» en Proyecto Humanizando los Cuidados Intensivos – Autora: Mónica García Fernández
- Ponencia «Healing garden, el jardín que te cuida» en II Congreso Internacional de Humanización de la Asistencia Sanitaria – Ponente: Mónica García Fernández
- Artículo «Érase una vez un hospital en un jardín» en Hospitecnia, portal de arquitectura, ingeniería y gestión hospitalaria – Autora: Mónica García Fernández
- Webinar «#HablemosdeESTRUCTURA en tiempos de COVID» organizado por Proyecto Humanizando los Cuidados Intensivos – Ponente: Mónica García Fernández
- Artículo «Jardines de la vida, un homenaje para los afectados por el coronavirus» en EFESalud – Autora:
Laguna del Campillo (Parque Regional del Sureste, Rivas-Vaciamadrid, Madrid)
Autor: Bernardo García Medran
Agradecimientos
A Bernardo García Medrano, que amablemente nos ha dejado una fotos preciosas y evocadoras del patrimonio natural de Rivas.
Y a todos los fotógrafos que ilustran la wikipedia con licencia Creative Commons.
Fotografías
(Por orden de aparición)
Laguna del Campillo (Parque Regional del Sureste, Rivas-Vaciamadrid, Madrid) | Autor: Bernardo García Medrano
Davos visto desde el aire en invierno (paisaje del entorno de “La montaña mágica”) | Autor: Flyout [CC BY-SA 3.0 (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/)]
Acceso de Hospital Provincial, Santiago de Compostela, Galicia | Autor: Luis Miguel Bugallo Sánchez (Lmbuga Commons)(Lmbuga Galipedia) [CC BY-SA 3.0 (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/)]
Vistas a través de las ventanas del CPEC, Cehegín, Murcia | Autor: David Frutos
Healing Garden. Botanic Gardens. Central Region, Singapore | Photo: Marcin Konsek / Wikimedia Commons
Laguna de las Madres (Parque Regional del Sureste, Rivas-Vaciamadrid, Madrid) | Autor: Bernardo García Medrano
National AIDS Memorial Grove (Golden Gate Park, en San Francisco, California) | Autor: Runner1928 [CC BY-SA 3.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0)]
Hayedo de Otzarreta en el Parque Natural de Gorbeia (Bizkaia) | Autor: Cómo crear historias
Laguna del Campillo (Parque Regional del Sureste, Rivas-Vaciamadrid, Madrid) | Autor: Bernardo García Medran
Vegetación espontánea en Algorta (Getxo, Bizkaia) | Autor: Cómo crear historias
Bibliografía
Cooper Marcus, C. (2007). Healing Gardens in Hospitals. IDRP Interdisciplinary Design and Research E-Journal, Vol. I(Issue I), 27.
Cooper Marcus, C., & Sachs, N. A. (2013). Therapeutic Landscapes: An Evidence-Based Approach to Designing Healing Gardens and Restorative Outdoor Spaces. Wiley.
Louv, R. (2012). Volver a la naturaleza: El valor del mundo natural para recuperar la salud individual y comunitaria. Barcelona: RBA.
Sacks, O. (2019, abril 22). El poder sanador de los jardines. The New York Times. Recuperado de https://www.nytimes.com/es/2019/04/22/el-poder-sanador-de-los-jardines/
Ulrich, Roger S. (1999). Effects of Gardens on Health Outcomes: Theory and Research. En Health Gardens: Therapeutic Benefits and Design Recommendations: Vol. Chapter 2 (pp. 27-86). Recuperado de https://es.slideshare.net/pd81xz/zwy78?from_action=save
Ulrich, Roger S. (1984). View Through a Window May Influence Recovery from Surgery. Science (New York, N.Y.), Vol. 224, 420-421. https://doi.org/10.1126/science.6143402
Vegetación espontánea en Algorta (Getxo, Bizkaia)
Autor: Cómo crear historias
“Fernando Higueras. Desde el origen”, así se titula la exposición en la Fundación ICO que recorre la obra de este arquitecto singular de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, que inició su andadura en la segunda mitad del S. XX. Ilustra ejemplos de cómo la naturaleza, los jardines interiores y los espacios comunes se encuentran para generar auténticos oasis urbanos que te cuidan e incluso te permiten viajar a paisajes lejanos.
Seguro que conoces la famosa “Corona de Espinas” de Madrid, situada en la Ciudad Universitaria. Puede que te preguntes al verla: ¿qué es eso?
Y eso mismo te preguntabas tú, cuando la veías todos los días de camino al trabajo. Es normal que te llamase la atención, es un edificio muy singular declarado Bien de Interés Cultural por la Comunidad de Madrid. Incluso la Unión Internacional de Arquitectos (UIA) en su Congreso de 1975, lo catalogó como una de las veinticuatro edificaciones más interesantes de Madrid.
El otro día pudiste desvelar el misterio. Descubriste de manera casual, en uno de esos momentos de serendipia en los que buscas inspiración para intentar viajar a otros lugares. Ese edificio que veías todos los días, apareció en un artículo que hablaba sobre una exposición: “Fernando Higueras. Desde el origen” en la Fundación ICO. El nombre te sonaba de algo, siempre he admirado esa habilidad que tienes para recordar nombres. Te acordaste de un relato que te conté hace tiempo:
Estaba en la Escuela de Arquitectura de Madrid y me dirigía a clase de proyectos de los profesores Aranguren y Gallegos. Nos habían preparado una conferencia con un tal Fernando Higueras. Yo no le conocía. De camino a clase, como era habitual, había una exposición de Proyectos Fin de Carrera, pero en esta ocasión, había algo que no encaja en la fauna de la Escuela: se trataba de un señor mayor que se detenía a estudiar cada uno de los paneles con gran interés. Pensé: “Parece que se ha perdido”. Sin embargo, la que estaba perdida era yo. Llegué a clase y esperé que empezara la conferencia. Lo demás, lo puedes adivinar ¿no?, pues sí, Fernando Higueras, era precisamente ese señor que había visto en el pasillo y nos relató la más maravillosa de las conferencias que jamás oí en la Escuela. Su cercanía, su manera de hablar, la relación con el paisaje, la vegetación inundando los espacios y los procesos proyectuales, todo contado con gran sencillez, me llenaron de entusiasmo e impregnaron mis propios proyectos. Ahí fue donde, al igual que tu, también le puse nombre a la “Corona de espinas”.
Decidiste ir a la exposición, claro, no podías perdértela, te fascinan las casualidades. Por un segundo pensaste en llamarme para ir conmigo, pero habías perdido mis datos de contacto. Tiraste del hilo que salía de esos dos sucesos que te vinculaban a Fernando Higueras y saliste de la visita a la exposición más entusiasmada que al inicio, incluso te compraste el catálogo. Te llamaron la atención sobre todo cinco proyectos. Incluso les pusiste un nombre para hacerlos tuyos:
Viviendas para el Patronato
de Casas Militares
Glorieta de Ruiz Jiménez, Madrid
Proyecto de F. Higueras
en colaboración
con Antonio Miró
1967-1975
Una corona de Espinas con jardín interior
La vegetación contribuye a ablandar el espacio y lo hace más confortable, te ofrece un bienestar esencial, primigenio. Es un elemento presente en la gran mayoría de los proyectos de Higueras, bien sea en forma de trepadoras en jardineras, en terrazas o patios interiores mediante árboles, arbustos y plantas de menor porte. Introduce el paisaje en el interior, practicando una suerte de «plantscaping» mediante la ubicación estratégica de plantas, potencia y destaca cualidades espaciales que te inundan y te reconfortan al vivenciarlas. Era un auténtico maestro de la creación de oasis urbanos.
Pudiste ver que según Lola Botia, comisaria de la exposición y María Isabel Navarro Segura (VVAA, 2019), la “Corona de espinas” es en realidad el Centro de Restauraciones Artísticas y tiene a sus espaldas una larga historia que se remonta al año 1961, cuando el arquitecto Fernando Higueras, ganó con este proyecto el Premio Nacional de Arquitectura. La obra se empezó a ejecutar en 1965 y sufró innumerables modificaciones. Sin embargo, según cuenta el propio Higueras:
“Decidimos en lugar de hacer un traje ajustado, hacer una capa española, que sirve igual para un gordo o un flaco. Entonces este edificio, afortunadamente por su estructura y su forma, puede albergar cualquier programa” (Fundación Fernando Higueras, 1976a)
La obra quedó paralizada varios años hasta que se retomó en 1985 (Navarro Segura, 2019, p. 374). Estuvo tanto tiempo parada, que dió tiempo a que Antonio López, amigo de Fernando Higueras, realizará un dibujo del edificio en obras. También cuenta la leyenda, que incluso creció un árbol en el patio interior.
Tiene un corte en la forma, pues además de marcar la entrada, facilita la orientación de los usuarios en su recorrido circular, mecanismo de wayfinding en estado puro. Cuenta con 5 patios radiales y uno central que se inundan de vegetación colgante. Esto precisamente te atrajo desde el primer instante y pensaste cómo sería trabajar en un sitio así, con un jardín en su interior y no en el habitáculo que sufres todos los días.
Según cuenta María Isabel Navarro Segura (Navarro Segura, 2019, p. 374), el Centro de Restauraciones, marcó el inicio del concepto de megaformas denominadas “plantas radiales” de Higueras. Fue una distribución precursora de otros museos y centros de arte, que la incorporaron con posterioridad para poder usar el lugar sin introducirse en el edificio. Puedes traspasar su nivel inferior a través de unos jardines que continúan en el patio interior.
También descubriste lo que Alberto Humanes Bustamante denomina como una de las obsesiones de Higueras “la arquitectura erizo”, pues los seres vivos sólo tienen aristas en los dientes y uñas, el resto es blando:
“ (…) edificios con imponente coraza exterior y con un interior suave, suavizado más aún por la luz y la vegetación, edificios con aristas en el exterior y con un interior redondeado (…) En su arquitectura los interiores son suaves y redondeados (…) Siempre ha hecho erizos.” (Humanes Bustamante, 2019, p. 405)
Te traslada al habitar de una concha, que describe Gaston Bachelard en “La poética del espacio” a través de (Bachelard, 1957, p. 166). Describe cómo preferimos unos elementos lisos y pulidos que te protejan para crear tu espacio, para que te brinde un bienestar esencial que responda a las sensaciones que experimenta el cuerpo con relación la arquitectura. María Isabel Navarro Segura apoya este tipo de habitar en la arquitectura de Higueras:
“(…) Las formas redondeadas garantizan una mejor adaptación a las características del cuerpo, así como una textura blanda que se localice preferentemente en el plano del suelo y hasta la altura media de un ser humano.” (Navarro Segura, 2019, p. 363)
Centro de restauraciones,
‘la Corona de Espinas’
Ciudad Universitaria, Madrid
Proyecto de F. Higueras
en colaboración
con Antonio Miró
y J. A. Fernández Ordóñez
1965-1985
Una gran montaña de vegetación con vistas al mar
Un ejemplo muy significativo y espectacular de plantscaping o jardín de interiores, es el Hotel de las Salinas, en Lanzarote. Su planteamiento es de un gran recipiente en forma de Y, dando la posibilidad a que todas las habitaciones disfruten de vistas al mar. Las habitaciones son escalonadas, por lo que permite el soleamiento de sus terrazas vegetadas. Además, desde cada habitación, no puedes ver a los que estan abajo, según relata Higueras (Fundación Fernando Higueras, 1976b). A su vez, las jardineras se emplean para mantener la privacidad a ambos lados de cada una de las terrazas. Todas las habitaciones escalonadas arropan un gran jardín interior paradisiaco (VVAA, 2019, p. 214). Tal como relata el propio Higueras en referencia al jardín interior:
“Todo esto es un enorme jardín. En Lanzarote, en cuanto está protegido un espacio del viento, se da la más maravillosa de las jardinerias. Y esta es la idea, que las galerías vayan alrededor de un jardín, que es como un oasis interior” (Fundación Fernando Higueras, 1976b)
Este gran oasis interior, te acompaña a lo largo del recorrido de las largas galerías, de las que brotan jardineras con vegetación colgante, tal como relata el propio Higueras:
“Tiene 350 habitaciones, esto obliga a unos recorridos horizontales larguísimos y lo que hemos hecho es que esos pasillos vayan en voladizo sobre un gran espacio vacío interior donde se mete un gran jardín, un poco como pasaba en la Alhambra. En los recorridos largos, acompañados de jardines, fuentes y tal que es lo que hay en el interior.” (Fundación Fernando Higueras, 1976b)
Incluso en los comedores se introduce también vegetación colgante. Al interior, la vegetación cuelga y sube. Al exterior, la idea era que todo fuese una gran montaña de vegetación y que casi no se viera el edificio en la zona que da al mar:
“(…) Todo esto estará lleno de vegetación y casi no se verá el edificio. La idea es que esto sea como una gran montaña de vegetación en la zona esta que da al mar. Bueno, al ser forma de Y griega, (…) en diente de sierra y todas tienen orientación al mar” (Fundación Fernando Higueras, 1976b)
Centro de restauraciones,
‘la Corona de Espinas’
Ciudad Universitaria, Madrid
Proyecto de F. Higueras
en colaboración
con Antonio Miró
y J. A. Fernández Ordóñez
1965-1985
Un oasis habitacional en Madrid
Las terrazas y sus jardineras, son las protagonistas de otro edificio que también descubriste, aunque también lo conocías, a que sí. Está situado en la Glorieta de Ruiz Jiménez de Madrid, y es un auténtico oasis urbano. No solo lo decimos nosotros, también lo dicen en Architectural Digest (Tomás, 2017). Se trata de las Viviendas para el Patronato de Casas Militares, integradas en 3 bloques. Según figura en el catálogo de la exposición (VVAA, 2019, p. 158), están agrupados en dos y un bloque, separados por una vía de tráfico. Los dos edificios que se encuentran juntos, se ordenan alrededor de un patio interior más amplio que el exigido por la normativa y proporcionan una mayor ventilación e iluminación, además de crear un ambiente acogedor con amplias y amables vistas vegetadas.
Todas sus fachadas, en todos sus niveles, cuentan con terrazas voladas, corridas y ajardinadas en toda su longitud, para proteger del sol en verano. Esto le confiere al edificio una suerte de jardín vertical que además contribuye a absorber el ruido urbano. La separación entre viviendas, viene marcada por enormes jardineras que impiden vistas de un lado a otro e incorporan iluminación en su parte baja, sin que se vea el punto de luz de donde procede.
Sin duda, Fernando Higueras encontró un aliado en la vegetación casi de manera constante, pues según decía en muchas ocasiones, puede esconder los errores de la construcción. Sin embargo, más allá de esta afirmación emitida desde la modestia, bien es cierto que este aliado vegetal confiere a todas sus obras de un carácter paradisíaco que consigue sumergirte en la naturaleza a través de su capacidad evocadora.
Hotel Las Salinas
Costa Teguise, Lanzarote
Proyecto de F. Higueras
1973-1977
“Preferiría no hacerlo”
El quinto proyecto y el que más te gustó, estaba oculto y fue precisamente uno que no hizo en Canarias. Sólo una admiradora de “Bartleby, el escribiente” como tu, pudo verlo. Ante la increíble grandeza del paisaje, la mejor decisión es no hacer, en palabras de Higueras recogidas por María Isabel Navarro:
“Lo mejor que hice en Canarias es lo que no quise hacer en el Gran Volcán del Golfo, cuando llegué al principio: un hotel de cuatro estrellas al oeste de Lanzarote el año 63, y que se habría cargado lo más hermoso de ver en esta preciosa isla con mi ecológico hotel. Igual me enorgullece haber salvado La Geria y las Montañas de Fuego, hoy parque de Timanfaya, que son parque por nosotros.” (Navarro Segura, 2019, p.381)
Para entender el origen de la fascinación y el respeto por la naturaleza de Fernando Higueras, te falta conocer una última pieza del puzzle: el Instituto de Libre Enseñanza. Higueras fue alumno del Colegio Estilo, cuyo edificio posteriormente construyó y que estaba basado en el proyecto pedagógico del Instituto Libre de Enseñanza (ILE) promovido por Giner de los Ríos (García Ovies, 2015). Ascensión García Ovies, en su gran tesis “El pensamiento creativo de Fernando Higueras”, que te recomiendo leer, te da la pista y afirma en referencia al ILE:
«Entre los objetivos pedagógicos de Giner de los Ríos para este proyecto estarían la estrecha relación de la naturaleza con las aulas, la existencia de espacios de juego, pequeños huertos, un estanque para practicar natación y un jardín botánico repartido en el conjunto de los jardines y espacios libre destinados en la parcela junto a la edificación proyectada.» (García Ovies, 2015)
¿Te imaginas pasar tu infancia y juventud en un lugar así?
El proyecto del Colegio Estudio que realizó Higueras, del que hablaremos más adelante en otro artículo, cuenta precisamente con unos espacios similares a estos. Incluso me atrevería a decir que algunos de estos elementos de disfrute de la naturaleza, podemos verlos reflejados en cierto modo en sus obras.
Como ves, aquí esta el texto que te dije que iba a escribir. Ha sido posible gracias una de tus serendipias, que actuó y nos juntó. En una de tus derivas por la red, me encontraste porque publiqué una imagen de la exposición en Instagram y en seguida te pusiste en contacto conmigo. Gracias a tus comentarios he ido hilando el texto para dar sentido a tu intuición. Espero que estas palabras te ayuden a viajar a esos paisajes que evocan lo que pudiste ver y sentir en la exposición.
Viviendas para el Patronato
de Casas Militares
Glorieta de Ruiz Jiménez, Madrid
Proyecto de F. Higueras
en colaboración con Antonio Miró
1967-1975
Agradecimientos:
A Ricardo Higueras y Ascensión García Ovies, por mostrarme la última pieza del puzzle, indispensable para entender la obra de Fernando Higueras.
A la Fundación ICO, por acogernos y guiarnos en la pre-inauguración. Gracias a Gonzalo Doval Sánchez, Responsable del Área de Arte de la Fundación ICO y Pacho Prieto-Moreno de Soda Comunicación (coordinador del montaje de la exposición) por ser nuestros guías en ese viaje. Y a Marta del Riego de Mahala, por invitarnos.
Datos de la exposición:
Título: ‘Fernando Higueras. Desde el origen’
Lugar: Fundación ICO, C/Zorrilla 3, Madrid
Fecha: del 27 de febrero al 19 de mayo de 2019
Comisaria: Lola Botia
Diseño de la exposición: Soda Comunicación
Montaje: Intervento
Comunicación: Mahala
Fotografías:
Fundación Fernando Higueras (por orden de aparición en el texto):
Centro de restauraciones, ‘la Corona de Espinas’ | Ciudad Universitaria, Madrid | Proyecto de F. Higueras en colaboración con Antonio Miró y J. A. Fernández Ordóñez | 1965-1985
Hotel Las Salinas | Costa Teguise, Lanzarote | Proyecto de F. Higueras | 1973-1977
Viviendas para el Patronato de Casas Militares | Glorieta de Ruiz Jiménez, Madrid | Proyecto de F. Higueras en colaboración con Antonio Miró | 1967-1975
Bibliografía:
Bachelard, G. (1957). La poética del espacio (Segunda reimpresión en España, 1998). Madrid: Fondo de Cultura Económica.
Fundación Fernando Higueras. (1976a). Fernando Higueras – Centro De Restauraciones En La Ciudad Universitaria De Madrid. 1965. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=yuZi4Dwr4tU&feature=youtu.be
Fundación Fernando Higueras. (1976b). Fernando Higueras – Hotel Las Salinas En Costa Teguise – Lanzarote. 1973. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=lKEbpEM7Sw8&feature=youtu.be
Fundación Fernando Higueras. (1976c). Fernando Higueras – Unidad Vecinal De Absorción En Hortaleza. 1963. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=Qi370nzgCiw&feature=youtu.be
Fundación Fernando Higueras. (1976d). Fernando Higueras – Viviendas Para El Patronato De Casas Militares En Madrid. 1967. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=zezoZ3jq7VY&feature=youtu.be
García Ovies, A. (2015). El pensamiento creativo de Fernando Higueras (phd). E.T.S. Arquitectura (UPM). Recuperado de http://oa.upm.es/34963/
Humanes Bustamante, A. (2019). Desde el vientre del erizo. En Fernando Higueras. Desde el origen (pp. 403-405). Fundación ICO.
Navarro Segura, M. I. (2019). Desde el origen. La arquitectura de Fernando Higueras. En Fernando Higueras. Desde el origen (pp. 360-381). Fundación ICO.
Tomás, C. (2017, abril 13). El OASIS de Higueras en el centro de Madrid. Recuperado 13 de marzo de 2019, de https://www.revistaad.es/arquitectura/articulos/el-oasis-de-higueras-en-el-centro-de-madrid/18851
VVAA. (2019). Fernando Higueras. Desde el origen. Madrid: Fundación ICO.
Todas las historias tienen un inicio, donde se presentan los personajes y unos objetivos.
Serás el protagonista, nosotros seremos los narradores que te irán guiando por paisajes que te reconforten. El objetivo: ayudarte a construir un espacio para vivir o trabajar en comunidad a través de la introducción de la naturaleza. Te guiaremos para crear un oasis urbano que te cuide.
Te damos la bienvenida al blog de cómo crear historias, pensado para amantes de relatos sobre la creación colectiva de lugares que te cuidan, donde la naturaleza y los espacios de lo común se encuentran. Diseño urbano, paisaje, renaturalización urbana, desire paths, plantscaping, healing gardens, rain gardens, wayfinding… ¡Ah! ¿no sabes lo que son la mayoría de estas palabras? no te preocupes, te lo iremos contando, porque si has llegado hasta aquí, es porque aunque no lo sepas todavía, te interesan.
Todas las historias que encontrarás, están elaboradas con mucho mimo, pueden construirse si encuentran un lector adecuado como tú y además, siempre tienen un final feliz.
Fotografía:
Cómo crear historias. (2019). Hayedo de Otzarreta en el Parque Natural de Gorbeia (Bizkaia)
¿Por qué decimos que eres el protagonista de la historia que construiremos contigo?
A lo largo los años (empezamos en el 2002 a trabajar) hemos atesorado una larga experiencia entorno al hecho de crear, siempre centrándonos en ti, como persona que usa y habita el espacio. Por eso hemos desarrollado a lo largo del tiempo una metodología propia, basada en el análisis etnográfico, el juego y tu participación.
Puede que te dediques a la gestión de equipos y de espacios colectivos para motivar, alcanzar el bienestar y productividad, o puede que necesites que las personas que usan el espacio al que perteneces, se sientan parte de una comunidad que las cuida o que te interese la introducción del paisaje y la naturaleza en eltu entorno. Pues bien, estás en el sitio indicado.
Narraremos tu historia, que sueñas con volver al paisaje de tu infancia. La tuya también, que quieres inundar con naturaleza tu entorno. La tuya, que cuidas a personas en el sanatorio en el que trabajas. Y muchas más que irán apareciendo y trazando una trama. Encontrarás tu historia de la relación con tu ambiente reflejada.
Los espacios comunes, están presentes en tu entorno, son los que se encargan de juntarte con otras personas, guiarte, inspirarte, cuidarte o proporcionarte bienestar.
Puedes encontrarlos en oficinas, espacios coworking, mercados, jardines, centros comerciales, museos, plazas, parques de juego, escuelas, hospitales, sanatorios, clínicas, balnearios, hoteles, espacios de hostelería… y como no, en las agrupaciones viviendas y en definitiva todos los lugares donde se puede desarrollar tu vida en común, de manera puntual o continua. Son espacios entre edificios o espacios interiores de conexión. Desde todos ellos, se contribuye a crear una ciudad a escala humana.
Los relatos sobre oasis urbanos que desarrollaremos juntos, son transversales y aplicables a múltiples escenarios, elige el tuyo, pues cada uno ayuda a potenciar diferentes cualidades:
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- Si eres una persona que usa el espacio, aportan: bienestar, disfrute, sensación de pertenencia a una comunidad y creatividad.
¿Cómo pueden los espacios juntarte con otros, guiarte, inspirarte, cuidarte o proporcionarte bienestar?
Eso es precisamente de lo que hablaremos en este blog, dónde la naturaleza estará muy presente.
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