Categoría: renaturalización
(Spoiler: el enlace directo al curso que he elaborado y del que hablo en este artículo es este: «Curso de Agenda Urbana Local 2030. Ciudades inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles»).
Recuerdo cuando estaba en la Escuela de Arquitectura de Madrid, cuando mi primer profesor de urbanismo, José Fariña, nos hablaba de cómo hacer ciudad. A pesar de haberme especializado finalmente en edificación, siempre me acuerdo con mucho cariño de todo lo que aprendí en sus clases y mantengo una mirada urbana multiescala en todos nuestros proyectos al integrar naturaleza y arquitectura. Hoy, todavía sigo sus enseñanzas a través de sus innumerables escritos y artículos de su blog y, cuando tengo ocasión, comparto este aprendizaje.
Mientras preparaba este texto y buscaba el enlace de su página para vincularlo a su nombre, me he topado con el último post que ha escrito: “Cambiar los planes de urbanismo”, no he podido resistirme y he tenido que parar de escribir para leerlo. Entre otros aspectos menciona la necesidad de adecuar el planeamiento y la normativa a una situación cambiante tanto a escala como a localización, pues el “territorio, el clima, la cultura de cada sitio son muy diferentes” (Fariña, 2023).
Al mismo tiempo, menciona que un enfoque local, no se debería obviar las necesidades de un territorio más amplio como el planetario y que las decisiones deberían incluir a una ciudadanía previamente informada y educada: “información + educación = participación no demagógica”.
Durante toda su lectura no he podido evitar acordarme de la Agenda Urbana Española (AUE) como herramienta de cambio para replantearnos nuestras ciudades. Se trata de una estrategia que aterriza otras agendas que van de la escala global a la europea:
- La Agenda 2030
- La Nueva Agenda Urbana
- La Agenda Urbana de la Unión Europea
Como no podía ser de otra forma, descubrí hace unos años la Agenda Urbana Española en otro de los artículos de José Fariña y con ella la posibilidad de que cada uno de los municipios, realice su propia Agenda Urbana Local, más adaptada si cabe a sus necesidades.
Foto: José Soria | Fuente: Unsplash
Una herramienta de cambio para nuestras ciudades
La Agenda Urbana Española, es un documento estratégico sin carácter normativo alineado con las Agendas Urbanas Internacionales que promueve un modelo urbanístico basado en el ODS 11 Ciudades y comunidades sostenibles que apunta ir a ciudades sostenibles, resilientes, inclusivas y seguras. Trata de mejorar la calidad de vida de la ciudadanía, pues es ésta la que debe impulsar cualquier política de desarrollo.
Es un documento inspirador y transversal que trata de conservar la mejor versión de nuestros pueblos y ciudades. Traslada conceptos básicos respaldados de manera internacional, tiene en cuenta las demandas de la ciudadanía y necesita una implantación local.
Apuesta por:
- Aprender de los errores.
- Saber encontrar buenas prácticas.
- Aplicar las buenas prácticas.
Establece un abanico de políticas urbanas sociales, económicas y medioambientales para entornos tanto urbanos como rurales, pues no se olvida de la despoblación (Gobierno de España. Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, 2019, p. 15).
Está estructurada en 10 temáticas que incluyen:
- 10 objetivos estratégicos
- 30 objetivos específicos
- 291 líneas de actuación
Las 10 temáticas son:
- Territorio, paisaje y biodiversidad
- Modelo de ciudad
- Cambio climático
- Gestión sostenible de recursos y economía
- Movilidad y transporte
- Cohesión social e igualdad de oportunidades
- Economía urbana
- Vivienda
- Era digital
- Instrumentos
Asociadas a estas temáticas, están los siguientes 10 objetivos estratégicos:
- Ordenar el territorio y hacer un uso racional del suelo, conservarlo y protegerlo.
- Evitar la dispersión urbana y revitalizar la ciudad existente.
- Prevenir y reducir los impactos del cambio climático y mejorar la resiliencia.
- Hacer una gestión sostenible de los recursos y favorecer la economía circular.
- Favorecer la proximidad y la movilidad sostenible.
- Fomentar la cohesión social y buscar la equidad.
- Impulsar y favorecer la Economía Urbana.
- Garantizar el acceso a la vivienda.
- Liderar y fomentar la innovación digital.
- Mejorar los instrumentos de intervención y gobernanza.
La Agenda Urbana Española, necesita adaptarse a cada localidad, así que cada municipio puede elaborar su propia Agenda Urbana Local basada en la española.
Recorrido por la Agendas | Infografía: cómo crear historias
La Agenda Urbana Local y su hoja de ruta
Para poder elaborar e implementar la Agenda Urbana en tu localidad, necesitas trabajar con un equipo multidisciplinar que incluya desde el principio a la ciudadanía y al resto agentes que hacen ciudad.
Para organizar los trabajos, te puedes basar en la estructura de la propia Agenda Urbana Española e ir adaptándola según se vaya desarrollando el proceso de elaboración.
En base a mi experiencia en procesos de participación, tanto a nivel práctico como académico, he identificado 7 fases que te pueden guiar para elaborar la de tu localidad:
Fase 1. La infraestructura de participación
- Traza un mapa de agentes sociales: es un primer paso, un buen trazado puede significar el éxito de la elaboración e implementación. La Agenda Urbana la crea un grupo de personas que colaboran para conseguir un objetivo común, y este grupo tiene que diseñarse con sumo cuidado. Localiza los agentes necesarios sin olvidarte de identificar en primer lugar, a las personas que querrían poner en marcha la Agenda Urbana.
- Elabora un plan de comunicación para transmitir la necesidad de elaborar e implementar una Agenda Urbana Local en tu entorno. Asegúrate de crear un texto o una documentación motivadora y atractiva.
- Crea un plan de participación: hazte con un kit de herramientas participativas con las que quieras involucrar a los agentes sociales en cada una de las fases. No te olvides de incluir un cronograma.
Fase 2. La búsqueda de información
- Busca los datos descriptivos específicos de tu localidad, puedes usar el Atlas Digital de las Áreas Urbanas, te ayudará en esta tarea.
- Investiga si existen documentos relacionados ya elaborados: todas las localidades tienen su trayectoria a la hora de implementar planes o realizar estudios y seguro que la tuya no es la excepción. Busca, pregunta, seguro que puedes hacerte con una buena colección y construir una bibliografía clasificada y etiquetada.
- Localiza acciones implementadas o en marcha: todas las ciudades cuentan con acciones, localiza las que tienen que ver con los objetivos de la Agenda Urbana Española y clasifícalos.
- Crea una base de datos con toda la información.
Fase 3. El diagnóstico
- En base a la información y el trabajo realizado en las fases anteriores, analiza la situación actual mediante un análisis participativo de diagnóstico. Puedes usar un DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades).
Fase 4. La identificación de los objetivos
- Analiza los objetivos estratégicos y específicos de la Agenda Urbana Española y en base a la información recogida en las anteriores fases, identifica mediante dinámicas de diagnóstico participativo los objetivos propios de tu localidad.
Fase 5. El Plan de Acción
Con el diagnóstico y la identificación de los objetivos, ya podéis elaborar el Plan de Acción:
- Mediante dinámicas de participación, elabora documentación donde quede reflejada toda la información.
- Crea conexiones entre proyectos existentes, en marcha y las nuevas propuestas del Plan de acción.
- Crea un cronograma de acción.
Fase 6. La evaluación y seguimiento
Elaborado el plan de acción, es necesario implementar un sistema de indicadores que ayuden a evaluar las mejoras introducidas y a establecer un adecuado seguimiento donde se incluyan los datos previos de partida, antes y después de implementar el Plan de Acción:
- En base a los objetivos específicos, diseña un sistema de indicadores que incluya las operaciones o procedimientos para obtener los datos.
- Toma los datos de inicio antes de implementar las acciones, así podrás comprobar el grado de mejora y ajustar mejor las medidas.
Fase 7. La ejecución
- Haz realidad el Plan de Acción, busca financiación y subvenciones. A medida que se vayan ejecutando las medidas, podrás llevar el seguimiento de las mejoras mediante los indicadores diseñados.
- A medida que se vayan construyendo y poniendo en práctica el plan de acción, se van recogiendo datos mediante el sistema de indicadores y por lo tanto, se puede reiniciar el ciclo en la fase de diagnóstico para ajustar la Agenda Urbana Local.
Hoja de ruta de una Agenda Urbana Local | Infografía: cómo crear historias
¿Te has quedado con ganas de más?
¿Sabrías coordinar y elaborar una Agenda Urbana Local? Como ves, es un proceso apasionante, muy complejo y laborioso que implica un trabajo multidisciplinar que es necesario sistematizar.
Cuando desde ADR Formación me invitaron a diseñar un curso e-learning y me comentaron que tenían mucha demanda en temas que vinculasen la Agenda 2030 con el urbanismo, no lo dudé y vi que era mi oportunidad para contribuir a hacer una ciudad más saludable en muchos aspectos y me lancé a crear el curso “Agenda Urbana Local 2030. Ciudades inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles” que tiene una duración de 40 horas, distribuidas en:
- 12 unidades
- 16 prácticas
- 108 min de video (sí, ¡me he grabado! toda una experiencia que ha dado rienda suelta a mi imaginación)
- 12 test de evaluación
Anillo Verde, Vitoria Gasteiz | Fotografía: Mario Roberto Duran Ortiz | Fuente: Wikimedia Commons
¿Para quién?
Está dirigido a agentes de desarrollo local que hacen ciudad, que trabajen tanto en el sector público como en el privado: trabajadores del Ayuntamiento y otras Administraciones públicas, sociedad civil que incluye al sector privado, tercer sector, profesionales, universidad, asociaciones, organizaciones y ciudadanía como destinatarios y potenciales usuarios de la ciudad y que tengan interés en mejorar su entorno y hacerlo más inclusivo, seguro, resiliente y sostenible.
Fotografía: Ryutaro Tsukata| Fuente: Pexels
Una guía de urbanismo contemporáneo
Como todo lo que merece la pena, ha sido una labor intensa y por fin os puedo presentar el curso como se merece.
Más allá de aprender a elaborar una Agenda Urbana Local con este curso, también descubrirás una fantástica guía de urbanismo contemporáneo y la manera de hacer ciudad con una mirada transversal que es consciente de la emergencia climática en la que estamos inmersos.
La Agenda Urbana, además, incorpora a la ciudadanía en su elaboración, así que incluyo herramientas para crear una infraestructura de participación que será útil para éste y otros trabajos donde sean necesarias herramientas para un trabajo colaborativo, con mapas de agentes sociales, un plan de comunicación y de participación.
Junto a la infraestructura, os acompaño a través de una hoja de ruta que te ayudará lo largo del proceso.
Casares, España | Fotografía: Francisco Moreno | Fuente: Unsplash
Urbanizamos el mundo de manera acelerada e inadecuada y esto provoca una grave alteración en nuestro entorno.
Las ciudades son receptoras y generadoras de cambio climático así que tienen un papel estratégico a la hora de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.
Necesitamos aterrizar y hacer realidad las metas globales de la Agenda 2030 para abordarlas de manera local.
Desde la Agenda Urbana Local, podréis crear una estrategia transversal que articule actuaciones a implementar desde una aproximación social, medioambiental y económica. Además de ser un documento clave para solicitar ayudas y subvenciones.
Es urgente adaptar nuestras ciudades, nos quedamos sin tiempo.
Pasemos a la acción ¿te animas?
Fotografías e infografías:
Foto: Jose Soria | Fuente: Unsplash
Recorrido por la Agendas | Infografía: cómo crear historias
Hoja de ruta de una Agenda Urbana Local | Infografía: cómo crear historias
Anillo Verde, Vitoria Gasteiz | Fotografía: Mario Roberto Duran Ortiz | Fuente: Wikimedia Commons
Fotografía: Ryutaro Tsukata | Fuente: Pexels
Casares, España | Fotografía: Francisco Moreno | Fuente: Unsplash
Tokio, Japón | Fotografía: Jezael Melgoza | Fuente: Unsplash
Bibliografía
Fariña, J. (2023, enero 3). Cambiar los planes de urbanismo. El Blog de José Fariña. https://elblogdefarina.blogspot.com/2023/01/cambiar-los-planes-de-urbanismo.html
Gobierno de España. Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. (2019, 22). Agenda Urbana Española.
Tokio, Japón | Fotografía: Jezael Melgoza | Fuente: Unsplash
“—Es la propia vida la que aumenta la capacidad de un sistema cerrado para sustentar la vida —dijo su padre—. La vida aumenta la disponibilidad de nutrientes. Infunde más energía al sistema gracias a los enormes intercambios químicos que se producen de organismo a organismo.”
Dune, Frank Herbert (Herbert, 2020, pp. 407-408)
Infraestructura verde, soluciones basadas en la naturaleza, ecología urbana, servicios ecosistémicos, biodiversidad urbana, ¿renaturalización o naturalización? alimentación urbana… Si estas palabras clave te interesan, estás en el lugar apropiado, así que sigue leyendo.
Foto de Victor Grabarczyk en Unsplash
La máquina que irrumpe en la naturaleza
Estamos matando aquello que amamos, nuestro edén. No podemos existir en el mundo natural “sin poner en marcha la máquina que lo destroza”, como decía Edward O. Wilson (Wilson, 2021, p. 026).
¿Cómo hemos llegado a esta situación?
A lo largo de generaciones, nuestro alejamiento y ambición de dominio sobre el entorno y los demás seres vivos junto a una comodidad creciente, ha fomentado la idea de la naturaleza como oposición a la ciudad.
Ya os hablaba en el artículo «Biofilia, integración de naturaleza y arquitectura» sobre la ceguera vegetal en la que estaba inmersa la humanidad. Hemos llegado a ser incapaces de percibir las plantas en nuestro entorno (Wandersee & Schussler, 1999). A esta ceguera, habría que sumar el aumento del dominio de “la máquina” que nos facilita la vida para provocar la desconexión con el medio natural.
La sociedad urbana y el medioambiente, han crecido por separado, es más, los humanos han ocultado los ciclos naturales en las ciudades o los han alejado. Según Michael Hough, nos enfrentamos a una problemática asociada muy amplia (Hough, 1998, p. 002). El crecimiento urbano, se ha desarrollado más con fines económicos que con una finalidad medioambiental o social, por lo tanto, se ha prestado poca atención a los procesos naturales que podrían dar forma a nuestras ciudades. Hemos sustituido un entorno fértil con bosques, campos, ríos… por uno estéril.
Ahora, después de la pérdida, nos damos cuenta que necesitamos naturaleza y corremos a encontrarnos con ella los fines de semana (Rejón, 2021).
La ciudad introduce procesos que contribuyen a contaminar el medioambiente. Por el camino, generamos una tierra estéril donde no se aprovechan los recursos y los subproductos que se generan. Es más, sólo se entienden los parques urbanos como espacios de disfrute y se ignoran el resto de beneficios que nos aportan.
Foto de Naja Bertolt Jensen en Unsplash
¿Para quién?
A esta problemática, tenemos que añadir unos valores estéticos separados de los procesos naturales, donde las plantas espontáneas son tachadas de “basura” por gran parte de la sociedad (Barba, 2022). No se entiende que la vegetación pasa por un ciclo donde su aspecto cambia y que ofrecen todo un catálogo de beneficios. Además, en el mundo no somos los únicos seres vivos, hay otros que nos acompañan y tienen sus necesidades.
El otro día en LinkedIn, cuando hice un post sobre mi participación en la mesa de diálogo “Naturaleza urbana, sí, pero ¿cómo y para qué?” en el Foro de las Ciudades, mi compañero de mesa Gabino Carballo, que es un defensor de la naturaleza y conoce de primera mano la problemática, abrió el debate allí mismo preguntándose: naturaleza “(…) ¿Para quién? ¿De verdad queremos más verde o solo es algo que decimos para quedar bien? ¿Quién quiere verde y por qué? Y más importante aún: ¿por qué tanta gente no quiere verde? (…) ”.
La naturaleza molesta, trae bichos, genera suciedad… Si parte de la sociedad no entiende para qué necesitamos renaturalizar nuestro entorno ¿para qué molestarnos?
Hace falta mucha educación para llegar a entenderlo. Aunque esa parte de la sociedad no lo sepa, necesitamos la infraestructura verde, nos acerca a nuestro hábitat natural y nos ofrece una larga lista de beneficios.
Foto de Mika Baumeister en Unsplash
Nuestro hábitat natural y cómo lo seleccionamos
Todos los seres vivos seleccionan su hábitat en función a su anatomía y fisionomía. Es el primer paso que dan para lograr su supervivencia (Wilson, 2021, p. 170). Existen determinadas condiciones ambientales para decantarse por un lugar u otro: humedad, temperatura, luz…
Edward O. Wilson decía que sería interesante preguntarse sobre el hábitat preferido del ser humano (Wilson, 2021, p. 173). Aunque puede pensarse que la humanidad es la única especie que puede vivir en cualquier parte, no es del todo cierto. Las personas manipulan el entorno de manera constante para mantener unas condiciones ambientales dentro de un margen. Cuando hemos pasado el nivel de subsistencia, es cuando invertimos tiempo en mejorar la apariencia, para hacerlo más habitable con criterios estéticos.
Al igual que otros animales, los humanos eligen sus hábitats según mecanismos de orientación y de un aprendizaje asentado a lo largo de generaciones.
Según Edward O. Wilson, hay pruebas arqueológicas que apuntan a que los primeros seres humanos vivieron en las sabanas africanas y luego en las praderas europeas y asiáticas. Es posible que la capacidad de andar de pie, fuera el factor determinante para la elección de este tipo de paisaje, donde poder recolectar frutas, tubérculos y cazar. Estos hechos están vinculados con lo que se conoce como “La Hipótesis de la Sabana” enunciada por Gordons Orians en 1980. Según su formulación, el ambiente por el que sentimos atracción se compone de tres elementos clave característicos de la sabana:
- Espacios abiertos con árboles, con abundancia de alimentos animales y vegetales en un paisaje donde fuera fácil localizarlos.
- Elevaciones topográficas, para vigilar extensiones de terreno amplias, junto con cuevas que servían de refugio nocturno.
- Vistas a superficies de agua, que proporcionan alimento y bebida, además de ser perímetros de defensa natural, pues pocos enemigos de los humanos podían cruzar las aguas profundas.
Este era el paisaje que buscaba el humano prehistórico, ahora, aunque compartimos esa necesidad de supervivencia, por lo general, es posible que no la saciemos en ese mismo entorno. Sin embargo, estas tendencias han pasado de ser necesidades vitales a ser necesidades estéticas de tal forma que las personas, cuando llegan a un lugar nuevo, tienden a ir a lugares altos y les gusta pasear por lugares con agua y arbolado. De esta manera, podría llegar a entenderse como estos elementos característicos de la sabana, pasaron a ser principios de diseño paisajístico.
Es más, existen numerosas teorías e hipótesis que tratan de entender la evolución de las preferencias para la elección de un paisaje u otro. Por si queréis profundizar en el tema desde la etnobiología, un equipo de científicos de diferentes universidades brasileñas (Moura et al., 2017), hacen esta recopilación donde apuntan que los humanos prefieren:
- Entornos naturales abiertos (Appleton 1975)
- Entornos naturales similares a la sabana (Orians 1980)
- Entornos naturales con agua (Ulrich 1983)
- Bosques abiertos y cerrados (Blumenschine 1986)
- Bosques cerrados (Andrews 1989)
- Entornos muy verdes con agua limpia (Kaplan and Kaplan 1989; Kaplan 1995)
- Cualquier entorno natural que ofrezca condiciones de supervivencia, reproducción y bienestar (Orians 1980; Orians and Heerwagen 1992)
De hecho, el organismo público del gobierno británico “Natural England” recomienda tener un espacio verde de al menos (Natural England, 2010):
- 2 hectáreas a no más de 300 m de distancia desde cada casa (unos 5 min a pie).
- 20 hectáreas a 2 km
- 100 hectáreas a 5 km
- 500 hectáreas a 10 km
(Con un mínimo de 1 ha por cada 1000 habitantes)
Foto de Jeremy Bezanger en Unsplash
No obstante, ya os hablé sobre nuestra necesidad de naturaleza en «¿Cuánta naturaleza necesitas? Érase una vez los baños de bosque”, así que parece lógico que tengamos preferencia por los entornos naturales a la hora de seleccionar nuestro lugar para vivir.
Además de elegir “el mejor” entorno, los seres vivos lo modifican en mayor o menor medida para adaptarlo a sus necesidades. Esta modificación forma parte del ecosistema, de tal manera que existe una suerte de simbiosis que hace que todo funcione en equilibrio. Sin embargo, los seres humanos han llevado al límite esta modificación y han creado un desequilibrio que altera las condiciones del planeta y contribuye así a generar el cambio climático.
Seguramente esto por sí solo no convenza a las personas escépticas, así que vamos a poner sobre la mesa lo que nos aporta la naturaleza.
Diagrama: cómo crear historias | Fuente: Natural England, 2010
Naturaleza ¿para qué?: los servicios ecosistémicos
No hay más que ver la amplia cantidad de beneficios que aporta la naturaleza para convencer a las personas escépticas de la necesidad de incluirla en nuestras ciudades. Estos recursos que nos benefician son los conocidos servicios ecosistémicos. Son un conjunto de funciones formalizadas por la Evaluación de los Ecosistemas del Milenio, organizada por Naciones Unidas.
Tras un estudio de cuatro años realizado por una comunidad científica internacional, los servicios ecosistémicos quedaron agrupados en (Millennium Ecosystem Assessment, 2005, p. 40):
Servicios de Apoyo: los necesarios para la producción de los demás servicios.
- Formación del suelo: muchos servicios dependen de la fertilidad del suelo.
- Fotosíntesis: producción de oxígeno.
- Producción primaria: los organismos asimilan o acumulan energía y nutrientes.
- Ciclo de nutrientes: dispersión y reciclaje de nutrientes esenciales para la vida que se trasladan y mantienen en los ecosistemas.
- Ciclo del agua
Servicios de Abastecimiento: los productos que se obtienen de los ecosistemas.
- Alimentos: derivados de plantas, animales y microbios
- Fibras: como la madera, el yute, algodón, cáñamo, seda, lana…
- Fuentes de energía: madera, estiércol y otros materiales biológicos que pueden servir como combustible.
- Recursos genéticos: genes e información genética
- Productos bioquímicos: medicinas naturales y productos farmacéuticos.
- Recursos ornamentales
- Agua dulce: necesaria para que exista la vida.También puede ser una fuente de energía y un servicio de apoyo.
Servicios de Regulación: los que se obtienen de la regulación de los procesos de los ecosistemas.
- Regulación de la calidad del aire: aportan y extraen productos químicos de la atmósfera.
- Regulación del clima: a escala local (por ejemplo, cambios en la cobertura del suelo pueden afectar a la temperatura y a la precipitación) y global (los ecosistemas secuestran o emiten gases de efecto invernadero).
- Regulación del agua: el suelo regula la escorrentía, las inundaciones y la recarga de acuíferos.
- Regulación de la erosión: la cubierta vegetal retiene el suelo y previene deslizamientos de tierra.
- Depuración de aguas y tratamientos de residuos: los ecosistemas pueden ayudar a filtrar, eliminar y descomponer los desechos.
- Regulación de enfermedades: los cambios en los ecosistemas pueden aumentar la cantidad de enfermedades de transmisión.
- Regulación de plagas: los cambios en los ecosistemas afectan a la proporción de plagas en cultivos y ganadería.
- Polinización: los cambios en los ecosistemas afectan a la distribución, abundancia y eficacia de los polinizadores
- Regulación de los peligros naturales: la presencia de ecosistemas costeros como manglares y arrecifes de coral, pueden reducir el daño causado por huracanes y olas grandes.
Servicios Culturales: los que obtienen las personas a través de la recreación y experiencias estéticas.
- Diversidad cultural: la diversidad de ecosistemas contribuye a la variedad cultural.
- Sistemas de conocimiento y descubrimiento científico
- Valores educativos
- Inspiración: para disciplinas como el arte y arquitectura entre otras.
- Valores estéticos: muchas personas encuentran belleza en los ecosistemas y lo vemos a la hora de disfrutar de entornos naturales y de elegir nuestro hábitat, como ya comentaba en el anterior apartado.
- Relaciones sociales
- Sentido de identidad y pertenencia a un lugar
- Valores del patrimonio cultural: muchas sociedades otorgan un alto valor al paisaje cultural y su mantenimiento.
- Valores espirituales y religiosos: muchas religiones asignan este tipo de valores a los ecosistemas o a sus componentes.
- Recreación y ecoturismo: las personas eligen paisajes naturales o cultivados para disfrutar de su tiempo libre.
Foto de Rob Mulally en Unsplash
Cada uno de estos servicios ecosistémicos, está vinculado con el bienestar humano, así que los cambios en los primeros, afectan a los segundos a través de impactos en la seguridad, necesidades básicas, salud, relaciones sociales y culturales. Así mismo el bienestar está influenciado por las libertades y opciones de las personas, que contribuyen al desarrollo de sus valores (Grupo de Trabajo sobre Marco Conceptual de la Evaluación de Ecosistemas del Milenio, 2003).
Diagrama: cómo crear historias | Fuente: Grupo de Trabajo sobre Marco Conceptual de la Evaluación de Ecosistemas del Milenio, 2003; Millennium Ecosystem Assessment, 2005
Naturaleza ¿cómo?: los procesos naturales como base del diseño urbano
Si los humanos preferimos entornos naturales y estos nos aportan servicios ecosistémicos fundamentales para nuestra supervivencia y bienestar ¿qué estamos haciendo expulsando la naturaleza de nuestras ciudades?
Tenemos que renaturalizar nuestras ciudades y digo RE-naturalizar y no naturalizar, porque la naturaleza estaba antes que las ciudades y la hemos ido tapando y escondiendo. Ahora hay que recuperarla y reintegrarla en nuestro entorno. Y cuando digo renaturalizar, no me refiero simplemente a “verdear”, va más allá de poner plantas.
Los procesos naturales tienen que ser el tema principal en el diseño urbano. Michael Hough apunta seis principios (Hough, 1998, p. 031):
- Idear el espacio como un proceso en continuo cambio. Se trata de diseñar una estrategia que desencadene el espacio. Tenemos que entender el diseño como un proceso abierto en continuo cambio. Hay que huir de las imágenes idílicas fijas que no evolucionan con el tiempo. El espacio necesita cambiar con las estaciones y evolucionar con el tiempo, la naturaleza irá ocupando su lugar.
- Emplear una economía de medios para el máximo beneficio, a partir del mínimo esfuerzo.
- Incluir la diversidad como base para la salud medioambiental y social.
- Visibilizar y fomentar las conexiones entre seres vivos, en definitiva, visibilizar los procesos naturales.
- Incluir una educación ambiental que tenga en cuenta los problemas ecológicos.
- Integrar al ser humano en los procesos naturales.
A estos principios añadiría: incorporar Soluciones basadas en la Naturaleza, de las que hablaremos en otro texto.
Con estas premisas, un diseño urbano que integre la naturaleza tendrá que contar con estas características:
- Multifuncional
- Productivo y operativo
- Integrará ecología, personas y economía.
Con estos principios y características, los paisajes urbanos, podrán recuperar los servicios ecosistémicos perdidos. Entre otras capacidades podrán ser:
- Productores de alimentos y energía.
- Moderadores del clima.
- Conservadores de agua, plantas, animales y otros seres vivos.
- Generadores de recreo y diversión.
Si está en tu mano, actúa, podemos ayudarnos.
Fotografías e infografías:
(por orden de aparición)
Fotografía de Victor Grabarczyk en Unsplash
Fotografía de Naja Bertolt Jensen en Unsplash
Fotografía de Mika Baumeister en Unsplash
Fotografía de Jeremy Bezanger en Unsplash
Diagrama: cómo crear historias | Fuente: Natural England, 2010
Fotografía de Rob Mulally en Unsplash
Diagrama: cómo crear historias con iconos de noomtah, Smashicons, Freepik, Freepik, Dreamstale, Freepik, Good Ware y prettycons, todos ellos en Flaticon | Fuente: Grupo de Trabajo sobre Marco Conceptual de la Evaluación de Ecosistemas del Milenio, 2003; Millennium Ecosystem Assessment, 2005
Fotografía de Sigmund en Unsplash
Bibliografía:
Barba, E. (2022, abril 2). Belleza y utilidad de las hierbas urbanas, plantas espontáneas que siempre están presentes. El País.
Grupo de Trabajo sobre Marco Conceptual de la Evaluación de Ecosistemas del Milenio. (2003). Ecosistemas y Bienestar Humano: Marco para la Evaluación. Resumen. World Resorces Institute.
Herbert, F. (2020). Dune. Debolsillo.
Hough, M. (1998). Naturaleza y ciudad: Planificación urbana y procesos ecológicos. Gustavo Gili.
Millennium Ecosystem Assessment. (2005). Ecosystems and humans well-being. Synthesis. Island Press.
Moura, J., Ferreira Júnior, W., Silva, T., & Albuquerque, U. (2017). Landscapes preferences in the human species: Insights for ethnobiology from evolutionary psychology. Ethnobiology and Conservation, 6, 1.
Natural England. (2010). «Nature Nearby» Accesible Natural Greenspace Guidance.
Rejón, R. (2021, marzo 27). La multiplicación del ocio al aire libre provocada por la pandemia incrementa la masificación en parques nacionales. ElDiario.es.
Wandersee, J. H., & Schussler, E. E. (1999). Preventing Plant Blindness. The American Biology Teacher, 61(2), 82-86.
Wilson, E. O. (2021). Biofilia. Errata naturae editores.
Foto de Sigmund en Unsplash
Biofilia, esa palabra rara que nos acompaña y forma parte de nuestra naturaleza.
¿Conoces este término? Si sigues este blog, nuestras redes sociales, has visitado nuestra web o has asistido a alguna de mis ponencias, seguro que me has oido hablar de ello.
En este artículo, os voy a hablar de mi aproximación a la biofilia, esa afinidad que todas las personas sentimos por la naturaleza. Voy a recopilar todo lo que he contado sobre diseño biofílico en diferentes medios, a profundizar más en el tema y lo voy a aderezar con referencias, para que sigas tirando de ese hilo que nos conecta con la naturaleza. Lo cierto es que me lo piden mucho este tema para desarrollar en mis ponencias.
Siempre digo que llegamos a ser conscientes de esa conexión de diferentes maneras. Cuando hablamos de renaturalización, desarrollo sostenible, diseño regenerativo, economía circular o incluso bioconstrucción, por ejemplo, también nos estamos conectando con la naturaleza.
Cuando estudiaba en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid (ETSAM), en el siglo pasado, descubrí esta afinidad aplicada a la arquitectura y desde entonces en cómo crear historias hemos ido desarrollando proyectos bajo esa mirada.
[Fotografía de Dave Hoefler en Unsplash]
Como cuento en el inicio del artículo “Los espacios de la terapia en la naturaleza”, un día comencé a llenar la casa y el estudio de plantas y me dí cuenta de lo mucho que me reconfortaba. Así pasaron los años, transformé mi entorno en una selva mientras incluíamos a la naturaleza en nuestros proyectos hasta que descubrí en el libro de Katia Hueso “Somos naturaleza”, que lo que me pasaba, tenía un nombre: biofilia y que lo he hacíamos era diseño biofílico o arquitectura biofílica (Hueso, 2017). Otras lecturas se sumaron y ya me quedé más tranquila, no sufría ningún trastorno, más bien, estaba huyendo del «trastorno por déficit de naturaleza» de Richard Louv (Louv, 2012).
Nuestra aproximación a la biofilia en la arquitectura tiene que ver con el acto de diseñar CON la naturaleza e incluimos Soluciones basadas en la Naturaleza donde los protagonistas de los espacios son los seres vivos (incluidas las personas) junto a un entorno que renaturalizamos.
¿Por qué?
[Fotografía de Pixabay en Pexels]
Nuestro interés en estos temas surge de cuatro necesidades: la creatividad, el contacto con la naturaleza y el apoyo mutuo junto con la mitigación y adaptación al cambio climático. Ya os lo comentaba en “Construir espacios, habitar lugares y conectarlos a las personas”.
Precisamente la biofilia pone nombre a esta necesidad innata que tenemos los seres vivos de contacto con la naturaleza. Se trata de un término que ideó Erich Fromm y que desarrolló con más detalle Edward O. Wilson (Wilson, 2003).
[Fotografía de Nick Bondarev en Pexels]
El alejamiento de la naturaleza y la ceguera vegetal
A pesar de esta necesidad, al menos en España, pasabamos cerca del 90% del día en interiores según el estudio elaborado por AIMC en el año 2016 (AIMC, 2016), seguro que os suena este dato.
Lo cierto es que ya estábamos confinados en interiores antes de la pandemia y no éramos conscientes de ello. Pasábamos el día encadenando espacios interiores: de casa al coche, del coche a la oficina y vuelta. Si teletrabajamos, ya ni te cuento.
[Fotografía de Dan Gold en Unsplash]
Nos hemos alejado demasiado de la naturaleza, sobre todo del mundo vegetal y esto ha desencadenado una ceguera vegetal, un término acuñado por James H. Wandersee y Elisabeth E. Schuusler en 1999 y que viene a definir “la incapacidad para percibir las plantas en nuestro entorno” (Wandersee & Schussler, 1999).
Si muestras a diferentes personas fotos donde aparecen diferentes elementos en entornos vegetales, la mayoría sólo ve lo que no es vegetal, por ejemplo, si hay un perro en un precioso prado verde, dicen que ven a un perro en medio de la nada (RTVE, 2020).
Sin embargo, la biofilia existe, tan solo tenemos que ser conscientes de ella. Ya os hablé de la pirámide de la naturaleza de Tanya Denckla-Cobb y Timothy Beatley, basada en la pirámide de la alimentación y que sintetiza la dieta de naturaleza necesaria (Beatley & Denckla-Cobb, 2012).
[Fotografía de Asaph Guedes en Pexels]
Esperemos que el porcentaje de “confinamiento inconsciente” disminuya, tenemos que poner de nuestra parte para que así sea pues pertenecemos a una especie que necesita caminar y estar en contacto con la naturaleza, en espacios exteriores.
La especie humana se inició cuando un primate se puso en pie en plena naturaleza, probablemente para poder ver mejor dónde encontrar comida. Luego comenzó a caminar y no paró. Es más, ese primate seguramente pasaba cerca del 100% de su vida en el exterior.
[Fotografía de Og Mpango en Pexels]
¿A qué distancia necesitas un espacio verde?
Precisamente, el organismo público del gobierno británico “Natural England” recomienda tener un espacio verde junto a la biodiversidad que genera de al menos: 2 ha a no más de 300 m de distancia desde cada casa, es decir, a unos 5 min a pie; a 2 km de 20 hectáreas; a 5 km de 100 hectáreas y a 10 km de 500 ha, con un mínimo de 1 ha por cada 1000 habitantes. (Natural England, 2010)
Es más, en el estudio “Nature’s Role in Supporting Health during the COVID-19 Pandemic: A Geospatial and Socioecological Study” publicado en “International Journal of Environmental Research and Public Health”, detectaron mayores niveles de bienestar mental si el radio en el que se encontraba el espacio verde se situaba dentro de 250 m de distancia (Robinson et al., 2021).
[Infografía de cómo crear historias | Fuente: Natural England, 2010]
Estas distancias a espacios verdes junto a la dieta de naturaleza, nos permitirían librarnos del «trastorno por déficit de naturaleza» que comentaba antes, causado por nuestro alejamiento de la naturaleza y que conlleva repercusiones negativas en la salud y calidad de vida.
Es más, en el artículo científico “Does sleep grow on trees” se vincula el sueño insuficiente con la superficie de arbolado urbano en nuestras ciudades (Astell-Burt & Feng, 2020)
Muchas son las referencias que vinculan bienestar y cercanía a la naturaleza, todo indica que necesitamos un diseño biofílico en nuestro entorno.
[Fotografía de Thiago Matos en Pexels]
Los patrones del diseño biofílico
¿Dónde desarrollar este diseño? Nosotros la desarrollamos por un lado, en lo que Jan Gehl denomina como: “espacios entre los edificios” y por otro, en el diseño de edificios de nueva planta o en existentes, estableciendo siempre una relación entre el interior y exterior, a través de la naturaleza.
Con la pandemia de COVID-19 y otros desastres consecuencia del cambio climático, hay que reformular de manera urgente estos ámbitos y su relación. Cobra mucho protagonismo esa conexión entre el interior y el exterior, entre el urbanismo y la arquitectura, entre ciudad y espacio interior.
Si la biofilia es nuestra afinidad por la naturaleza, el diseño biofílico tiene en cuenta esta conexión y por ello integra la naturaleza en él.
La naturaleza no son sólo plantas, incluye ciclos, seres vivos, sensaciones…
Para ilustrar este tipo de diseño, me gustaría mostraros 14 patrones de diseño biofílico, clasificados en 3 categorías elaboradas por la consultoría ambiental Terrapin Bright Green, y coinciden bastante con nuestra aproximación. Son patrones relacionados con:
- La naturaleza en el espacio
- Las analogías naturales
- La naturaleza del espacio
Estos patrones son válidos para todo tipo de espacios y presentan reacciones biológicas contrastadas por estudios científicos que podéis consultar en la publicación original, aquí tan solo mencionaré esas reacciones (Browning et al., 2014, p. 12).
Cabe destacar que con posterioridad a esta publicación de Terrapin Bright Green, estos mismos patrones aparecen en la publicación “Lugares públicos de estancia con carácter biofílico. Manual de diseño” en cuya presentación participé (Pernas Alonso, 2020, p. 111)
Veamos cuales son estos 14 patrones:
[Fotografía de David Jorre on Unsplash]
Patrones de la naturaleza en el espacio
En el grupo de patrones de la naturaleza en el espacio, nos encontramos los que se refieren a la presencia directa, física y efímera en un espacio con plantas, agua, animales, sonidos, aromas y otros elementos naturales. Incluye:
- Una conexión visual con la naturaleza que permita la visión de elementos vivos como plantas, animales y procesos naturales entre otros. Este patrón está muy relacionado con estrategias de diseño tipo plantscaping. Esta conexión reduce la presión sanguínea y el ritmo cardíaco, además de mejorar el compromiso, la atención mental, la actitud y la felicidad.
- Una conexión no-visual con la naturaleza mediante estímulos sensoriales (auditivos, táctiles, olfativos o gustativos) vinculados con la naturaleza. Reduce la presión sanguínea sistólica y las hormonas del estrés, impacta de manera positiva en el desempeño cognitivo además de mejorar la salud mental y la tranquilidad.
- Unos estímulos sensoriales no rítmicos, mediante conexiones aleatorias y efímeras con la naturaleza. Aportan un impacto positivo en el ritmo cardíaco, presión sanguínea sistólica y la actividad del sistema nervioso simpático.
- Unas variaciones térmicas y de corrientes de aire con cambios sutiles que ocurren en entornos naturales. Provocan un impacto positivo en el confort, bienestar, productividad y concentración. Además, mejoran la percepción de placer temporal y espacial.
- Una presencia de agua, percibida de manera visual, auditiva o incluso que se incorpore la posibilidad de tocarla. Este patrón, disminuye el estrés,el ritmo cardíaco y la presión sanguínea además de aumentar la tranquilidad. También provoca una mejora de la concentración, la percepción, la respuesta psicológica y restaura la memoria. Además, nos genera respuestas emocionales positivas.
- Una luz dinámica y difusa que cambia con el tiempo. Aporta un impacto positivo en el funcionamiento del sistema circadiano que nos ayuda a sincronizar el ritmo de sueño y vigilia. Además aumenta el confort visual.
- Una conexión con sistemas naturales que hacen tomar conciencia de los procesos naturales y cambios estacionales. Mejora las respuestas positivas de la salud y acentúa la percepción del entorno.
[Fotografía de Thuan Pham en Unsplash]
Patrones de analogías naturales
En el segundo gran grupo de patrones, nos encontramos con las analogías naturales que se refieren a representaciones orgánicas presentes en la naturaleza:
- Las formas y patrones biomórficos, por las que tenemos preferencia visual.
- La conexión con la naturaleza a través de los materiales, incluyendo en el diseño materiales y elementos de la naturaleza como la madera, lo cual disminuye la presión sanguínea diastólica, mejora el desempeño creativo y el confort.
- La complejidad y el orden, mediante una jerarquía inspirada en la naturaleza. Este patrón tiene un impacto positivo en las respuestas perceptuales y fisiológicas al estrés. Además, existe una preferencia visual por este tipo de orden natural.
[Fotografía de Marek Slomkowski en Unsplash]
Patrones de la naturaleza del espacio
Y por último, está el tercer gran grupo de patrones, los de la naturaleza del espacio, están:
- Las vistas en la distancia, que reducen el estrés, el aburrimiento, la irritabilidad y la fatiga, además de mejorar el confort y la percepción de seguridad.
- El refugio, es decir, un lugar para ponerse a resguardo, descansar del ajetreo, donde tu cabeza y espalda estén protegidas. Este patrón mejora la concentración, atención y percepción de seguridad.
- El misterio, con vistas parciales que esconden otros elementos y que nos produce una fuerte respuesta al placer.
- El riesgo / peligro controlado, mediante una amenaza visible de la que te sientas a resguardo. Esto genera fuertes respuestas de dopamina y también placer.
[Fotografía de Joe Pohle en Unsplash]
El doble planteamiento
En base a estos patrones ¿cómo abordar las intervenciones biofílicas tanto en exterior como en interior?
En cómo crear historias lo hacemos desde un doble planteamiento, a través de una metodología propia.
Por un lado, a escala humana, a través de la observación, la investigación de las huellas del lugar, la participación de las personas que habitan los espacios, en definitiva, el paisaje cultural, para realizar un análisis social, etnográfico que sirva de base para el diseño. Este análisis además, sienta las bases para la creación de una comunidad que siente como propio el proyecto y por lo tanto va a contribuir a su mantenimiento. Es fundamental trazar esos lazos con el entorno.
[Fotografía de Nick Bondarev en Pexels]
Relacionado con este planteamiento, ya os hable de Jan Gehl y los tres tipos de actividades básicas que son importantes conocer a la hora de diseñar espacios. También os hablé de la proxémica, que estudia la relación espacial entre las personas. En función de la situación y la confianza que tengas con la otra persona, mantienes una distancia u otra. Son rangos que varían en función también de un parámetro cultural. Conocer estas distancias es fundamental para poder diseñar espacios biofílicos donde las personas interactúen y se sientan cómodas, nosotros también somos naturaleza (Hueso, 2017).
[Infografía de cómo crear historias | Fuente: Hall, 1985]
Entrelazado con el análisis social, realizamos un análisis medioambiental y ambos estudios sirven de base para incorporar una serie de estrategias de Renaturalización a través de Soluciones basadas en la Naturaleza, con infraestructura verde que favorezca la presencia de flora y fauna autóctona, procesos y ciclos naturales, arbolado urbano que dialogue con el medio construido, cubiertas ajardinadas, muros verdes, SUDS…
[Infografía de cómo crear historias | Fuente: Hidrología Sostenible e Iglesias Diaz, 2013]
Una vez sentadas las bases de nuestra aproximación a la biofilia, podéis visitar La misteriosa historia del jardín que produce agua, nuestro relato construido que reúne algunos de los temas biofílicos que he ido mencionando.
Desde cómo crear historias buscamos personas que necesiten nuestra creatividad para mejorar su entorno a través de la naturaleza y la arquitectura.
¿Te sumas a este reto?
Fotografías e infografías:
(Por orden de aparición)
Fotografía de Dave Hoefler en Unsplash
Fotografía de Pixabay en Pexels
Fotografía de Nick Bondarev en Pexels
Fotografía de Dan Gold en Unsplash
Fotografía de Asaph Guedes en Pexels
Fotografía de Og Mpango en Pexels
Infografía de cómo crear historias | Fuente: Natural England, 2010
Fotografía de Thiago Matos en Pexels
Fotografía de David Jorre on Unsplash
Fotografía de Thuan Pham en Unsplash
Fotografía de Marek Slomkowski en Unsplash
Fotografía de Joe Pohle en Unsplash
Fotografía de Nick Bondarev en Pexels
Infografía de cómo crear historias | Fuente: Hall, 1985
Infografía de cómo crear historias | Fuente: Hidrología Sostenible e Iglesias Diaz, 2013
Fotografía de David Frutos | Proyecto y dirección de obra de cómo crear historias
Bibliografía:
AIMC. (2016). AIMC Marcas revela que los españoles pasan casi 15 horas al día en casa.
Astell-Burt, T., & Feng, X. (2020). Does sleep grow on trees? A longitudinal study to investigate potential prevention of insufficient sleep with different types of urban green space. SSM – Population Health, 10, 100497.
Beatley, T., & Denckla-Cobb, T. (2012, agosto 7). Exploring the Nature Pyramid. The Nature of Cities.
Browning, W., Ryan, C., & Clancy, J. (2014). 14 Patrones de Diseño Biofílico. Mejorando la salud y el bienestar en el entorno construido. Terrapin Bright Green.
Hueso, K. (2017). Somos naturaleza. Viaje a nuestra esencia (1o edición: octubre de 2017). Plataforma Editorial.
Louv, R. (2012). Volver a la naturaleza: El valor del mundo natural para recuperar la salud individual y comunitaria. RBA.
Natural England. (2010). «Nature Nearby» Accesible Natural Greenspace Guidance.
Pernas Alonso, I. (2020). Lugares públicos de estancia con carácter biofílico. Manual de diseño. Cluster de Madeira e o Deseño de Galicia.
Robinson, J. M., Brindley, P., Cameron, R., MacCarthy, D., & Jorgensen, A. (2021). Nature’s Role in Supporting Health during the COVID-19 Pandemic: A Geospatial and Socioecological Study. International Journal of Environmental Research and Public Health, 18(5), 2227.
RTVE. (2020, 26). La internet del bosque. En El escarabajo verde.
Wandersee, J. H., & Schussler, E. E. (1999). Preventing Plant Blindness. The American Biology Teacher, 61(2), 82-86.
Wilson, E. O. (2003). Biophilia. Harvard University Press.
[Fotografía de David Frutos | Proyecto y dirección de obra de cómo crear historias]
Nos hemos convertido en una especie urbana, sin embargo necesitamos pasear y estar en contacto con la naturaleza.
“Por primera vez en la historia, más del 50% de la población mundial vive en zonas urbanas. Para 2050, el 70% de la población mundial vivirá en pueblos y ciudades.” nos avisan desde la OMS (OMS, 2010).
El mundo se está urbanizando rápidamente y esto provoca una grave alteración del ciclo natural del agua, entre otras consecuencias relacionadas con el cambio climático. Además nos afecta a nuestra salud, comportamiento social y estilo de vida.
Las ciudades son receptoras y generadoras de cambio climático. Aumentar la infraestructura verde ayuda a revertir la situación según Olga Algayerova, directora general de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa (Toharia, 2019).
Vista general de “La misteriosa historia del jardín que produce agua” | Autores de la obra: cómo crear historias | Autor fotografía: David Frutos
En el ciclo natural del agua, parte de la precipitación la interceptan las plantas antes de tocar el suelo. El resto se infiltra en el terreno aumentando su humedad. Cuando no puede absorber más, se acumula formándose acuíferos, lagos, ríos, … que conectan con nuestros mares y océanos, donde flota nuestro verdadero pulmón del planeta (Lorca, 2019). De esta forma, los lagos, acuíferos, ríos y embalses son las principales fuentes de agua dulce de consumo humano. Completa el ciclo, la evapotranspiración vegetal y la evaporación a través de la acción del sol, que devuelve el agua a la atmósfera en forma de vapor y cierra el ciclo (Trapote Jaume & Fernández Rodríguez, 2016, p.5).
Sin embargo, el proceso de urbanización, viene acompañado de un aumento de las superficies impermeables que no dejan filtrar el agua al terreno. Los paisajes naturales desaparecen y esto modifica el ciclo del agua y altera su composición. El agua circula a grandes velocidades por superficies impermeables y va arrastrando toda una colección de contaminantes que acaban en nuestros ríos, humedales y mares. También ocasiona un gran problema de drenaje y de gestión del agua de lluvia (Trapote Jaume & Fernández Rodríguez, 2016, p.5). Los sistemas de drenaje convencionales colapsan, pues se ven obligados a absorber grandes cantidades de agua en muy poco tiempo, por lo tanto la manera tradicional de urbanizar, contribuye a la creación de inundaciones.
New Orleans | Fuente: Pixabay
“Las inundaciones son fenómenos dinámicos, complejos, multidimensionales e influidos por variables humanas y ambientales.” Así influimos los humanos en las inundaciones de la cuenca mediterránea (González, 2019)
Si a este proceso de impermeabilización de la superficie y distorsión del ciclo natural del agua, le sumamos la ubicación indebida en espacios potencialmente inundables y que los episodios de lluvias torrenciales y las olas de calor, pueden intensificarse con el cambio climático, el desastre está servido.
Las inundaciones causan grandes pérdidas humanas y materiales. De hecho, la inundación es la causa que más pérdidas económicas ocasiona (un 69.90% de cuantía pagada por los seguros) y la que presenta un mayor número de incidencias (seguida por las tempestades ciclónicas atípicas) según los datos del Consorcio de Compensación de Seguros entre los años 1987-2016 (Consorcio de Compensación de Seguros, 2018, p.6).
El daño está hecho, seguirá produciéndose y te afecta de manera directa cada vez más. Pero no nos quedemos ahí, en el mensaje negativo, tratemos de contribuir a poner una solución.
Diagramas de ciclo del agua en la naturaleza y en la ciudad | Infografía: cómo crear historias | Fuente: Hidrología Sostenible e Iglesias Diaz, 2013
¿Qué puedes hacer tú para evitar las inundaciones?
Las acciones que puedes realizar, son diferentes según las oportunidades que tengas de ponerlas en práctica:
- Lucha contra el cambio climático, estamos ante un estado de emergencia climática. Piensa cómo están contribuyendo tus acciones al cambio climático y trata de buscar una alternativa sostenible en la medida de lo posible. Es una medida a largo plazo y requiere la colaboración todas las personas. Toda acción suma.
- No construyas ni vivas en zonas que puedan inundarse (Observatorio de la Sostenibilidad, 2019) ni dentro de la Delimitación del Dominio Público Hidráulico. Eso es obvio, sin embargo, según advierte Santiago Martín Barajas, ingeniero y responsable del área de aguas de Ecologistas en Acción en la Cadena Ser, son ya 50.000 las construcciones en zonas de alto riesgo de inundación (Gregori, 2019).
- Renaturaliza tu ciudad, no impermeabilices el suelo o por lo menos, si lo tienes que hacer, que sea lo mínimo posible. Respeta el ciclo natural del agua ¿cómo? usa Soluciones basadas en la Naturaleza (IUCN, 2017), como los Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible (SUDS) acompañados de una renaturalización el espacio a través de plantas y árboles. Contribuye a crear una infraestructura natural para la gestión del agua. Y aquí es donde quería llegar con este artículo, a hablaros de los SUDS para animarte a incluirlos en tus espacios si tienes la oportunidad.
Inundación | Fuente: Pixabay | Autoría: skeeze
¿Qué son los sistemas urbanos de drenaje sostenible o SUDS?: la naturaleza como fuente de inspiración
Los SUDS son elementos de la red de drenaje que permiten recoger, transportar, descontaminar, retener, infiltrar y evacuar el agua de lluvia de manera sostenible (Trapote Jaume & Fernández Rodríguez, 2016, p.10).
Se trata de Soluciones basadas en la Naturaleza que se apoyan en el ciclo natural del agua para hacer más sostenible su gestión, filtrando las precipitaciones en el terreno o retardando su entrada en los sistemas de drenaje.
Su objetivo es resolver los problemas de cantidad y calidad de la escorrentía urbana, a través de la renaturalización urbana, minimizando el impacto. Con ello se consigue un fomento de la biodiversidad, con los valores ambientales y sociales que supone para nuestra salud y la de nuestro entorno.
“La misteriosa historia del jardín que produce agua” | Autores de la obra: cómo crear historias | Autor fotografía: David Frutos
¿Por qué necesitas SUDS?: beneficios y contribución a la resiliencia climática
Si los SUDS cuentan con vegetación:
- Disminuyen el volumen y caudal punta de la escorrentía: la vegetación intercepta el agua de lluvia y el resto se retiene, por lo tanto, reduce el volumen de agua de escorrentía en los momentos pico.
- Aumentan la proporción de área permeable.
- Estimulan la biodiversidad del entorno al ser soporte de una flora que atrae a la fauna.
- Retienen sedimentos, aceites, metales pesados y otros contaminantes, por lo tanto mejora la calidad del agua mejorando la calidad del agua y del aire.
- La lluvia que cae sobre la vegetación, se devuelve a la atmósfera por evapotranspiración.
- Recargan los acuíferos.
- Ayudan a combatir el efecto isla de calor de las ciudades.
- Absorben el ruido urbano.
- Los sistemas con almacenamiento efímero de agua en superficie, introducen áreas que junto a la vegetación, mejoran la calidad estética del entorno y constituyen una infraestructura verde y azul.
- Flexibilidad a la hora de diseñar para adaptarse a los entornos urbanos, en la mayoría de los casos.
En el caso de ubicarse en construcciones:
- Reducen del impacto del edificio sobre el entorno al recuperar la superficie ocupada e impermeabilizada en planta, en la cubierta.
- Actúan como aislante térmico, mejorando además la durabilidad de la cubierta, al protegerla.
“La misteriosa historia del jardín que produce agua” | Autores de la obra: cómo crear historias | Autor fotografía: David Frutos
La caja de herramientas de los SUDS
Hay multitud de tipos de SUDS todos con el mismo objetivo y que pueden utilizarse de manera combinada según la situación (Perales Momparler et al., 2018) (Trapote Jaume & Fernández Rodríguez, 2016). Cada sistema tiene sus criterios de diseño, beneficios, requisitos de mantenimiento y limitaciones, hay que estudiar de manera específica su aplicación.
Incluir estos sistemas por lo general, no supone una gran repercusión sobre el coste de la obra con respecto a todos los beneficios que aporta a nuestro entorno. A continuación os mostramos un breve listado de algunos SUDS con una breve descripción:
- Cubierta vegetal o ajardinada
Sistema multicapa capaz de albergar vegetación sobre una capa drenante y una membrana impermeabilizante sobre la cubierta de un edificio. Puede situarse en tejados, azoteas y terrazas de todo tipo. Su espesor puede variar según su capacidad de retención de agua y el tipo de vegetación. Un buen diseño de cubierta ajardinada puede aportar grandes beneficios climáticos y de confort a las construcciones, además de el disfrute adicional y fomento de la biodiversidad que supone contar con un jardín en la cubierta.
Un ejemplo de este sistema es la cubierta ajardinada de Espora.
Detalle de Parque urbano “La Marjal” en Alicante | Autoría fotografía: Aguas de Alicante
- Pavimento permeable
Estructura portante que permite el paso de peatones y tráfico rodado así como la filtración de agua de lluvia hacia una capa inferior de almacenamiento temporal compuesta por gravas, celdas y/o cajas reticulares. Después de almacenarse, se evacúa por infiltración al terreno para recargar los acuíferos.
Ejemplo: Sistema de pavimentos permeables de LafargeHolcim.
- Jardín de lluvia o rain garden
Es un depresión poco profunda, inundable y vegetada que actúa como un bosque nativo recogiendo, absorbiendo y filtrando las aguas pluviales de las áreas impermeables del entorno (Iglesias Díaz, 2013). Su instalación es sencilla y poco costosa. El agua se filtra y se evacua en menos de 48 horas, pues un estancamiento prolongado podría introducir problemas de mosquitos y olores. Un buen diseño de jardín de lluvia proporciona grandes beneficios para la biodiversidad y el disfrute sensorial.
Sistema de cubierta ajardinada de Espora | Autoría: Espora
- Parque inundable
Es el “hermano mayor” de los jardines de lluvia. Es una gran superficie que durante la mayor parte del año, funciona como un parque normal, sin embargo, cuando hay eventos de lluvia, actúa como un gran depósito que recibe la escorrentía del entorno. Al igual que ocurre con los jardines de lluvia, el agua se evacua en menos de 48 horas o se recircula de manera constante hasta su eliminación, para evitar la cría de mosquitos y los malos olores. Es el soporte de actividad social del entorno, constituyen una infraestructura verde y azul.
Un ejemplo de este tipo de espacios es el Parque Urbano “La Marjal” en Alicante. Desarrollado por Aguas de Alicante en colaboración con el Ayuntamiento de Alicante.
Ejemplo de rain garden | Fotografía de Urban Patch
- Franja Filtrante
Superficie cubierta de vegetación con una pequeña pendiente para generar un flujo lento. Se produce un filtrado a través de la vegetación, que produce una disminución de la velocidad del agua y una sedimentación de contaminantes. Se suelen usar en márgenes o medianas de carreteras.
- Pozo de infiltración
Pozo poco profundo, entre 1 y 3 m relleno con material drenante, al que vierten las superficies impermeables contiguas. Facilitan la eliminación de la materia en suspensión. Se recomienda en zonas con poco espacio
- Dren filtrante
Zanja poco profunda rellena de material filtrante, al que se puede añadir un conducto. Captan y filtran la escorrentía de las superficies impermeables contiguas para transportarlas. Suele aplicarse en los laterales de las carreteras.
- Cuneta verde
Canal ancho vegetada. Su forma suele ser trapezoidal o parabólica en sección, con una base ancha y un talud tendido en los laterales.
- Depósito de infiltración
Depresión en el terreno cubierta de vegetación que recoge, almacena e infiltra el agua de manera gradual.
- Depósito de detención
Depósito donde se almacena de manera temporal agua procedente de la escorrentía aguas arriba. Pueden situarse en zonas “muertas” o compaginados con espacios recreacionales. Pueden ser en superficie (similares a los depósitos de infiltración, pero con más profundidad) o enterrados.
- Estanque de retención
Lagunas artificiales con vegetación acuática, profundidad entre 1.2m – 2 m, con una lámina permanente de agua (entre 2 y 3 semanas). Para contener el agua, la base ha de ser impermeable. El inconveniente es que puede llegar a necesitar agua en estaciones secas y generar molestias por la presencia de malos olores o mosquitos. Para paliar estos inconvenientes se pueden combinar con otras soluciones basadas en la naturaleza como la depuración natural mediante plantas de ribera y recircular el agua, tal como hicimos en “La misteriosa historia del jardín que produce agua”.
Parque urbano “La Marjal” en Alicante | Autoría fotografía: Aguas de Alicante
- Humedal
Similar al estanque de retención, con menor profundidad y mayor densidad de vegetación aporta por lo tanto mayor potencial para la biodiversidad y el uso y disfrute de las personas. Como tiene los mismos inconvenientes que el anterior, también se puede combinar con otras soluciones basadas en la naturaleza: depuración natural mediante plantas de ribera, recirculación, control biológico de mosquitos mediante la introducción de peces insectívoros y nidos de aves insectívoras.
“La misteriosa historia del jardín que produce agua” | Autores de la obra: cómo crear historias | Autor fotografía: David Frutos
- Aljibe
Contenedor de agua de lluvia que permite su aprovechamiento. Se interceptan las aguas de lluvia del entorno para almacenarse en él y luego emplearse en usos que no requieran agua potable, como el riego, limpieza de vehículos… Esta solución también la empleamos en “La misteriosa historia del jardín que produce agua”.
“La misteriosa historia del jardín que produce agua” | Autores de la obra: cómo crear historias | Autor fotografía: David Frutos
- Alcorque estructural o de infiltración
Comprende el hueco en el pavimento donde se planta el árbol y todo el suelo estructural que lo rodea, de tal manera que permita el desarrollo de las raíces y no interfiera en los servicios urbanos. Este suelo, está formado por gravas o celdas rellenas con tierra vegetal para albergar de manera temporal la escorrentía, de tal forma que el exceso de agua se filtra al terreno si es posible o se redirige.
- Celdas y cajas reticulares
Estructuras modulares reticulares de polipropileno con gran capacidad portante y elevado índice de huecos. Las celdas son planas que transportan el agua y las cajas suelen ser paralelepípedas para almacenar agua de manera temporal. Van ubicadas de manera subterránea en combinación con gravas y geotextiles.
Un par de ejemplos son los sistemas permeables Permavoid 150 de Swan y los de SUDS-Atlantis
Pautas generales para el diseño
Tienes que combinar los diferentes tipos de SUDS antes descritos para intentar reproducir en la medida de lo posible, la hidrología natural y restaurar el ciclo del agua. Tiene que ser una tarea multidisciplinar que involucre a diferentes agentes implicados en el proceso y que englobe hidrología, hidráulica, geotecnia, cálculo de estructuras, impactos ambiental, paisajismo, urbanismo, etc. Para ello, se tiene que establecer una cadena de gestión de la escorrentía que incluya (Perales Momparler & Andrés-Doménech, 2008):
- Prevención: educación, planificación minimizando las superficies impermeables, control de sedimentos, contaminantes, herbicidas, recogida y reutilización de pluviales, entre otras medidas.
- Control en origen de la escorrentía tanto en la fuente como en sus inmediaciones.
- Gestión del agua en el entorno urbano a escala local.
- Gestión de la escorrentía en las cuencas, a escala regional.
Tal como concluye Sara Perales Momparler e Ignacio Andrés-Doménech (Perales Momparler & Andrés-Doménech, 2008), un buen planeamiento, diseño, construcción y mantenimiento de los SUDS, puede mitigar los efectos de la escorrentía urbana, produciendo ahorros entre el 18% y el 50% en tratamiento respecto a los sistemas convencionales, así como en los costes de construcción.
Es necesaria una labor de concienciación a todas la escalas (ciudadanos, empresas públicas y privadas, administración, universidad…), la elaboración de manuales de diseño y construcción, normativa, monitorización de experiencias, investigación y actualización de los nuevos conocimientos y lo más importante, la puesta en práctica de estos sistemas para contribuir a la renaturalización de la ciudad.
¿Te unes?
Agradecimientos:
Eva María Alcón Martín (ingeniera agrónoma y directora comercial de Swan Water Solutions)
Pedro Lasa (socio y director de SUDS – Atlantis)
Nuria Preciado (bióloga consultora en sistemas verdes urbanos de Urban Espora
Clara Rovira (responsable de biodiversidad en Suez España) y Amelia Navarro Arcas (Directora de Desarrollo Sostenible de Alicante)
Gracias por las referencias, documentación y fotografías que habéis aportado, han sido cruciales para la redacción de este artículo.
Fotografías: (Por orden de aparición)
Vista general de “La misteriosa historia del jardín que produce agua” | Autores de la obra: cómo crear historias | Autor fotografía: David Frutos
New Orleans | Fuente: Pixabay
Diagramas del ciclo del agua en la naturaleza y en la ciudad | Infografía: cómo crear historias | Fuente: Hidrología Sostenible e Iglesias Diaz, 2013
Inundación | Fuente: Pixabay | Autoría: skeeze
“La misteriosa historia del jardín que produce agua” (2 imágenes) | Autores de la obra: cómo crear historias | Autor fotografía: David Frutos
Detalle de Parque urbano “La Marjal” en Alicante | Autoría fotografía: Aguas de Alicante
Sistema de cubierta ajardinada de Espora | Autoría: Espora
Ejemplo de rain garden | Fotografía de Urban Patch
Parque urbano “La Marjal” en Alicante | Autoría fotografía: Aguas de Alicante
“La misteriosa historia del jardín que produce agua” (3 imágenes) | Autores de la obra: cómo crear historias | Autor fotografía: David Frutos
Bibliografía:
Consorcio de Compensación de Seguros. (2018). La cobertura de los riesgos extraordinarios en España.
González, D. P. (2019, noviembre 20). Así influimos los humanos en las inundaciones de la cuenca mediterránea. The Conversation.
Gregori, J. (2019, septiembre 13). 50.000 construcciones en zonas inundables. Cadena SER.
Iglesias Díaz, M. I. (2013). Jardines de lluvia.
IUCN. (2017, julio 14). ¿Qué son las Soluciones Basadas en la Naturaleza? IUCN.
Lorca, M. P. (2019, octubre 2). ¿Quién produce el oxígeno que respiramos? La respuesta flota en los océanos. The Conversation.
Observatorio de la Sostenibilidad. (2019, septiembre 14). Inundaciones. Observatorio de la Sostenibilidad.
OMS. (2010). Urbanización y salud. Boletín de la Organización Mundial de la Salud, 88, 241-320.
Perales Momparler, S., & Andrés-Doménech, I. (2008). Los Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible: Una Alternativa a la Gestión del Agua de Lluvia.
Perales Momparler, S., Calcerrada Romero, E., & Green Blue Management S.L.U. (2018). Guía Básica de Diseño de Sistemas de Gestión Sostenible de Aguas Pluviales en Zonas Verdes y otros Espacios Libres. Área de Gobierno de Medio Ambiente y Movilidad. Ayuntamiento de Madrid. Dirección General de Gestión del Agua y Zonas Verdes.
Toharia, M. (2019, octubre 9). Más árboles en las ciudades. El País.
Trapote Jaume, A., & Fernández Rodríguez, H. (2016). Técnicas de Drenaje Urbano Sostenible. Instituto Universitario del Agua y de las Ciencias Ambientales.
“La misteriosa historia del jardín que produce agua” | Autores de la obra: cómo crear historias | Autor fotografía: David Frutos
Todos están tan estresados, sobre todo los pacientes. Pasar muchas horas en el hospital, puede ser una experiencia estresante, tanto para pacientes como para visitantes y personal del centro. No debería ser así, ¡es un hospital! — Te reprochas — Debería reinar la calma y el respeto.
Laguna del Campillo
(Parque Regional del Sureste, Rivas-Vaciamadrid, Madrid)
Autor: Bernardo García Medrano
El origen de los healing gardens
¿Recuerdas cuando leíste “La montaña mágica” de Thomas Mann, la fascinación que sentiste por ese sanatorio de los Alpes suizos?
¿Recuerdas las historias que tu abuelo te contó donde la naturaleza, la luz natural y el aire fresco eran elementos clave en la sanación en monasterios medievales, sanatorios y hospitales en los siglos pasados? ¿Qué fue lo que ocurrió para que se abandonase esta vinculación con la naturaleza? Todas estas preguntas te condujeron a este artículo y tienen como telón de fondo o como solución la creación de healing gardens o jardines sanadores.
Clare Cooper Marcus, destacada profesora en arquitectura y paisaje, investigadora pionera en el campo de paisajes curativos y Roger S. Ulrich, el investigador más citado a nivel internacional en diseño sanitario, lo tienen claro: entre 1950 y 1990, el acceso terapéutico a la naturaleza desapareció y se empezaron a construir hospitales en estilo internacional, con aire acondicionado en lugar de ventilación natural, sin terrazas y sin balcones. El espacio para los coches y las zonas de aparcamiento devoraron el entorno natural. Los arquitectos y administradores se centraron en crear ambientes eficientes para las nuevas tecnologías. El resultado fueron espacios institucionales y estresantes para los pacientes, visitantes y personal que trabaja en ellos, donde no se tiene en cuenta las necesidades emocionales y psicológicas (Cooper Marcus, 2007; Roger S. Ulrich, 1999).
Davos visto desde el aire en invierno (paisaje del entorno de “La montaña mágica”)
Autor: Flyout
Entre 1972 y 1981, Roger S. Ulrich estudió a los pacientes de un hospital suburbano de Pensilvania para comprobar si las habitaciones con vistas a un entorno natural tienen influencias restauradoras. Determinó que los pacientes que pudieron disfrutar de unas vistas a la naturaleza, tuvieron una estancia en el hospital más corta, pues se recuperaron antes. Obtuvieron menos comentarios de evaluación negativos de las enfermeras, tomaron menos analgésicos y tuvieron menos complicaciones postoperatorias. (Roger S. Ulrich, 1984). Parece que este estudio fue uno de los detonantes, pues entre los años 80 y 90 del S.XX, le siguieron otros investigadores como Harting, MacRae, Francis y Cooper Marcus entre otros, y dieron soporte a la teoría de que las vistas o pasar tiempo en la naturaleza, influyen de manera positiva en la salud.
Ya en la década de los 90 del S.XX, es cuando en EEUU se inicia un movimiento centrado en el paciente. Los administradores de hospitales como tú, tomaron conciencia de las consecuencias negativas de estos ambientes institucionales para transformarlos tanto de manera exterior como interior, en ambientes confortables, agradables, familiares y domésticos (Cooper Marcus, 2007). En este caldo de cultivo, probablemente fue cuando empiezan a renacer un gran número healing gardens o jardines sanadores. Sin embargo, en España son muy poco conocidos, salvo alguna mención anecdótica en presa, apenas se sabe de su existencia.
El espacio para los coches devora el entorno natural. Acceso a Hospital Provincial, Santiago de Compostela, Galicia
Autor: Luis Miguel Bugallo Sánchez
Los beneficios: de lo que es capaz un healing garden (y de lo que no)
La naturaleza tiene un gran poder creativo, además de curativo ¿Recuerdas al neurólogo y escritor Oliver Sacks? escribió un texto al respecto publicado en el The New York y titulado “el poder sanador de los jardines”:
“Como escritor, los jardines me parecen fundamentales para el proceso creativo; como médico, llevo a mis pacientes a visitar jardines siempre que me es posible. Todos hemos tenido la experiencia de pasear por un jardín exuberante o un desierto atemporal, de caminar a la orilla de un río o un océano, o de escalar una montaña y descubrir que nos hemos relajado y revitalizado a la vez, que tenemos la mente enfocada y el cuerpo y el espíritu renovados. La importancia de estos estados fisiológicos en la salud individual y comunitaria es fundamental y tiene un gran alcance. En cuarenta años de practicar la medicina, he descubierto que solo dos tipos de “terapia” no farmacéutica tienen una relevancia esencial para los pacientes con enfermedades neurológicas crónicas: la música y los jardines.” (Sacks, 2019)
Richard Louv, periodista y escritor especializado en familia, naturaleza y comunidad, tras analizar numerosas investigaciones sobre la necesidad de naturaleza que tienen todos los seres vivos incluso propone incluirlo en el sistema sanitario (Louv, 2012, p. 279).
Sin embargo, hay que aclarar que el contacto con la naturaleza de ninguna manera sustituye a la terapia profesional (Louv, 2012, p. 82).
Por su parte, Clair Cooper Marcus, hace también hincapié en matizar el significado de “healing” en inglés, pues no es sinónimo de “cure”. Los healing gardens no pueden curar una pierna por ejemplo, sin embargo sí pueden:
- Ayudar a reducir el estrés en pacientes, visitantes y personal.
- Ayudar a estimular los propios recursos de curación interna.
- Ofrecer un espacio de desarrollo de una terapia y rehabilitación.
- Proporcionar un ambiente relajado para la interacción entre los diferentes usuarios, pacientes, visitantes y personal del centro.
Puedes interactuar en un healing garden de la manera más pasiva a la más activa: ver el propio jardín a través de la ventana; dormitar, echar la siesta o meditar; hacer ejercicios de rehabilitación; caminar a tu lugar favorito; comer, leer, incluso hacer papeleo…; charlar mientras paseas; disfrutar de juegos infantiles; realizar caminatas a paso ligero; practicar deportes… (Cooper Marcus, 2007)
A estas actividades puedes incluir la de observar y poder disfrutar de la flora que atrae a la fauna pues con los healing garden estás generando biodiversidad que contribuye a la creación de ciudades más sanas.
Fragmento de vistas a través de las ventanas del CPEC, Cehegín, Murcia
Autor: David Frutos
El proceso de diseño
Vale, te he convencido, lo que necesitas es un healing garden ¿por dónde empiezas? No te preocupes, te ayudo.
Todo comienza con un proceso de diseño participativo del “equipo de diseño” que incluye a pacientes, visitantes, personal y expertos externos como nosotros, cada uno con sus conocimientos y experiencias.
¿Qué consigues con este proceso participativo? Clare Cooper Marcus y Naomi A. Sachs apuntan cinco razones que a su vez toman prestadas a Carpman and Grant:
- Ayudas a aclarar los objetivos de diseño.
- Contribuyes a reducir los costes de construcción evitando errores.
- Estimulas comportamientos y actitudes positivas.
- Creas un sentimiento de comunidad que favorecerá su posterior mantenimiento, apreciación y cuidado.
- Creas una estrategia de marketing.
(Cooper Marcus & Sachs, 2013, p. 47)
A estos motivos añadimos la mejora de la imagen del centro a ojos de los empleados (employer branding) muy necesario para que crees un buen clima de trabajo que retenga el talento.
A modo de punto de partida, Clare Cooper Marcus y Naomi A. Sachs recomiendan tres sesiones de diseño participativo de una hora cada una (Cooper Marcus & Sachs, 2013, p. 47). Con la experiencia que atesoramos en procesos de participación real, podemos decir que cada proceso es único y se va adaptando al contexto. Además, este proceso, que intentamos que sea lo más lúdico posible, lo complementamos con un análisis etnográfico del entorno, para saber cómo se desenvuelven los usuarios, sus movimientos, recorridos, comportamientos e interacciones entre otros aspectos.
Healing Garden. Botanic Gardens. Central Region, Singapore
Photo: Marcin Konsek
Las pautas de diseño
Del proceso participativo y del análisis etnográfico, extraemos las datos fundamentales para trazar el diseño. A estos datos, en la medida de las posibilidades del espacio, sumamos una serie de pautas clave que configuran los healing gardens. Según la teoría de apoyo al diseño del jardín de Roger S. Ulrich (Robert S. Ulrich, 1999) sintetizada por Clair Cooper Marcus (Cooper Marcus, 2007) los healing gardens han de contar con:
- Oportunidades para el movimiento y ejercicio físico
Circuitos con rutas largas y cortas a elegir, entornos para ejercicios de terapia física, espacios para que los niños puedan correr, lugares para paseos contemplativos, corredores con vistas exteriores a la naturaleza… Esta pauta conlleva beneficios para la salud cardiovascular, reduce la depresión.
- Oportunidades para tomar decisiones, buscar privacidad, y sensación de control.
Cuando una persona ingresa en el hospital y se convierte en paciente y sufre una “pérdida de control” a todos los niveles. Deciden todo por ella o él. La ausencia de control provoca estrés y tiene efectos negativos desde el punto de vista emocional y el sistema inmune. En el caso del personal del centro, disminuye la satisfacción en el trabajo. El jardín significa escapar.
Tienes que contar con lugares para poder elegir estar solo o acompañado, donde haya sol o sombra, con vistas lejanas o cercanas, mobiliario móvil, diferentes rutas para pasear.
También es vital en este punto incluirles en el proceso de diseño, tal como hemos indicado con anterioridad (Cooper Marcus & Sachs, 2013, p. 47).
- Oportunidades para que tengan lugar las experiencias sociales.
Las personas con un alto nivel de apoyo social están menos estresadas que otras aisladas y mejoran la recuperación y ratios de superviviencia.
Tenéis que contar con un horario de visitas prolongado, grupos de apoyo, y unas áreas de espera atractivas, además de proporcionar sub-espacios con mobiliario móvil con mesas y sillas para que grupos pequeños puedan disponer de privacidad.
En cuanto a localización, ha de estar junto a las habitaciones, áreas de espera y entrada.
Laguna de las Madres (Parque Regional del Sureste, Rivas-Vaciamadrid, Madrid)
Autor: Bernardo García Medrano
- Acceso a la naturaleza y otras distracciones positivas (biofília)
La naturaleza nos atrae, despierta los sentidos, nos calma la mente, reduce el estrés y ayuda al organismo a reunir sus propios recursos de curación interna.
El jardín tiene que poder usarse todo el año. Ha de proporcionar gran cantidad de vegetación sujeta a cambios estacionales, que se mueva con la brisa, con sutilezas cromáticas, texturas y formas y donde puedan sentarse durante largos periodos. Las plantas pueden usarse como también metáfora.
Tiene que ofrecer vistas al cielo y a los cambios de las formaciones de nubes e incluir superficies con agua que reflejan el cielo y los árboles, además de atraer a la fauna, nos recuerda que la vida continua. También elementos que incluyan la vista y el susurro del agua en movimiento y vistas al horizonte. Por supuesto, ha de incluir variedad de vistas lejanas y cercanas además de sub-espacios.
Arquitectura y paisajismo tienen que trabajar de la mano, para garantizar vistas al jardín desde las habitaciones, salas de espera, oficinas y pasillos.
A estas pautas de Roger S. Ulrich, Clair Cooper Marcus añade:
- Visibilidad
El wayfinding es fundamental para que la gente sepa que el jardín existe y donde está localizado. Tiene que ser accesible desde la entrada o visible desde el hall de entrada.
Por parte del personal, tiene que ser visible desde los puestos de enfermería si el jardín lo usan niños o a pacientes delicados.
- Accesibilidad
Las personas de todas la edades y habilidades han de poder entrar y moverse por el jardín. Los caminos han de ser anchos y con pavimento adecuado, de tal manera que quepan dos sillas de ruedas.
- Familiaridad
Cuando te sientes estresado, buscas ambientes familiares que te reconforten.
Una persona con depresión, puede ser reacia a abandonar la cama, una persona con ansiedad busca la familiaridad del hogar. De manera similar, las personas del entorno médico, estresadas por la sobrecarga de trabajo, enfermas o con ansiedad, necesitan tener acceso al jardín para disfrutar de un entorno familiar.
National AIDS Memorial Grove (Golden Gate Park, en San Francisco, California)
Autor: Runner1928
- Tranquilidad
En un jardín sanador, se necesita tranquilidad en contraste con el ruido de las llamadas por megafonía, la televisión, carritos, aire acondicionado, tráfico, y otros elementos ruidosos.
Las personas que usan el jardín, tienen que sentir la calma, el canto de las aves, el susurro del agua… por lo tanto el jardín tiene que estar alejado de posibles fuentes de ruido.
- Confort
Los pacientes se sienten vulnerables. Son mayores, están debilitados o tienen la movilidad reducida así que necesitan pasamanos, asientos a intervalos frecuentes (en especial cerca de las puertas de entrada) y pavimentos no deslumbrantes.
Tienen que sentirse y estar seguros, sin sensación de estar en una “pecera”. Tienen que poder cerrar los ojos y tumbarse al sol para echarse una siesta.
Algunos pacientes puede que necesiten alejarse de la luz del sol. Otros puede que se enfríen sentados al aire libre y necesiten sol o que tengan problemas para sentarse. Los bancos tienen que permitir expandirse y tumbarse, además de tener reposabrazos y respaldos.
- Arte sencillo
El arte abstracto puede percibirse como algo aterrador o amenazante por su complejidad a la hora de entenderlo, por lo tanto puede provocar ansiedad, así que no es apropiado para un hospital. Sin embargo, representaciones de la naturaleza y fotografías de paisajes, agua o árboles calman la ansiedad.
Hayedo de Otzarreta en el Parque Natural de Gorbeia (Bizkaia)
Autor: Cómo crear historias
Los matices en el diseño según el dignóstico y la aplicación en otros espacios
Existen diferentes matices a la hora de diseñar un healing garden, según las necesidades de los pacientes, existen jardines sanadores para (Cooper Marcus & Sachs, 2013): hospitales infantiles, rehabilitación, pacientes con Alzheimer y otras formas de demencia, pacientes con VIH/SIDA, pacientes de cáncer, personas mayores, cuidados paliativos, salud mental y del comportamiento.
También puedes incluir estos espacios en otros lugares donde sea necesario reducir el estrés como en oficinas, espacios públicos o de uso público, colegios, universidades, escuelas infantiles, bibliotecas, hoteles, viviendas… la lista es larga. Lee otra vez el texto pensando que se trata de un jardín corporativo para unas oficinas, para un colegio u otro edificio ¿a que sigue funcionando? Todos necesitamos disponer de un healing garden en nuestro entorno en cualquier momento, el día a día estresa.
Las localizaciones de un healing garden pueden ser muy variadas: patios, cubiertas ajardinadas, jardines verticales, incluso en espacios interiores, creando un paisaje interior (plantscaping). Aunque te parezca imposible, siempre hay un lugar donde ubicarlo.
A pesar de la gran cantidad de beneficios que llevan aparejados, los healing gardens o jardines sanadores en España son un tipo de espacio poco conocido.
¿A que esperas? crea tu healing garden cuanto antes, nosotros te ayudamos.
Healing Gardens en los medios
- Artículo «Jardines que curan» en Proyecto Humanizando los Cuidados Intensivos – Autora: Mónica García Fernández
- Ponencia «Healing garden, el jardín que te cuida» en II Congreso Internacional de Humanización de la Asistencia Sanitaria – Ponente: Mónica García Fernández
- Artículo «Érase una vez un hospital en un jardín» en Hospitecnia, portal de arquitectura, ingeniería y gestión hospitalaria – Autora: Mónica García Fernández
- Webinar «#HablemosdeESTRUCTURA en tiempos de COVID» organizado por Proyecto Humanizando los Cuidados Intensivos – Ponente: Mónica García Fernández
- Artículo «Jardines de la vida, un homenaje para los afectados por el coronavirus» en EFESalud – Autora:
Laguna del Campillo (Parque Regional del Sureste, Rivas-Vaciamadrid, Madrid)
Autor: Bernardo García Medran
Agradecimientos
A Bernardo García Medrano, que amablemente nos ha dejado una fotos preciosas y evocadoras del patrimonio natural de Rivas.
Y a todos los fotógrafos que ilustran la wikipedia con licencia Creative Commons.
Fotografías
(Por orden de aparición)
Laguna del Campillo (Parque Regional del Sureste, Rivas-Vaciamadrid, Madrid) | Autor: Bernardo García Medrano
Davos visto desde el aire en invierno (paisaje del entorno de “La montaña mágica”) | Autor: Flyout [CC BY-SA 3.0 (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/)]
Acceso de Hospital Provincial, Santiago de Compostela, Galicia | Autor: Luis Miguel Bugallo Sánchez (Lmbuga Commons)(Lmbuga Galipedia) [CC BY-SA 3.0 (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/)]
Vistas a través de las ventanas del CPEC, Cehegín, Murcia | Autor: David Frutos
Healing Garden. Botanic Gardens. Central Region, Singapore | Photo: Marcin Konsek / Wikimedia Commons
Laguna de las Madres (Parque Regional del Sureste, Rivas-Vaciamadrid, Madrid) | Autor: Bernardo García Medrano
National AIDS Memorial Grove (Golden Gate Park, en San Francisco, California) | Autor: Runner1928 [CC BY-SA 3.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0)]
Hayedo de Otzarreta en el Parque Natural de Gorbeia (Bizkaia) | Autor: Cómo crear historias
Laguna del Campillo (Parque Regional del Sureste, Rivas-Vaciamadrid, Madrid) | Autor: Bernardo García Medran
Vegetación espontánea en Algorta (Getxo, Bizkaia) | Autor: Cómo crear historias
Bibliografía
Cooper Marcus, C. (2007). Healing Gardens in Hospitals. IDRP Interdisciplinary Design and Research E-Journal, Vol. I(Issue I), 27.
Cooper Marcus, C., & Sachs, N. A. (2013). Therapeutic Landscapes: An Evidence-Based Approach to Designing Healing Gardens and Restorative Outdoor Spaces. Wiley.
Louv, R. (2012). Volver a la naturaleza: El valor del mundo natural para recuperar la salud individual y comunitaria. Barcelona: RBA.
Sacks, O. (2019, abril 22). El poder sanador de los jardines. The New York Times. Recuperado de https://www.nytimes.com/es/2019/04/22/el-poder-sanador-de-los-jardines/
Ulrich, Roger S. (1999). Effects of Gardens on Health Outcomes: Theory and Research. En Health Gardens: Therapeutic Benefits and Design Recommendations: Vol. Chapter 2 (pp. 27-86). Recuperado de https://es.slideshare.net/pd81xz/zwy78?from_action=save
Ulrich, Roger S. (1984). View Through a Window May Influence Recovery from Surgery. Science (New York, N.Y.), Vol. 224, 420-421. https://doi.org/10.1126/science.6143402
Vegetación espontánea en Algorta (Getxo, Bizkaia)
Autor: Cómo crear historias
Todas las historias tienen un inicio, donde se presentan los personajes y unos objetivos.
Serás el protagonista, nosotros seremos los narradores que te irán guiando por paisajes que te reconforten. El objetivo: ayudarte a construir un espacio para vivir o trabajar en comunidad a través de la introducción de la naturaleza. Te guiaremos para crear un oasis urbano que te cuide.
Te damos la bienvenida al blog de cómo crear historias, pensado para amantes de relatos sobre la creación colectiva de lugares que te cuidan, donde la naturaleza y los espacios de lo común se encuentran. Diseño urbano, paisaje, renaturalización urbana, desire paths, plantscaping, healing gardens, rain gardens, wayfinding… ¡Ah! ¿no sabes lo que son la mayoría de estas palabras? no te preocupes, te lo iremos contando, porque si has llegado hasta aquí, es porque aunque no lo sepas todavía, te interesan.
Todas las historias que encontrarás, están elaboradas con mucho mimo, pueden construirse si encuentran un lector adecuado como tú y además, siempre tienen un final feliz.
Fotografía:
Cómo crear historias. (2019). Hayedo de Otzarreta en el Parque Natural de Gorbeia (Bizkaia)
¿Por qué decimos que eres el protagonista de la historia que construiremos contigo?
A lo largo los años (empezamos en el 2002 a trabajar) hemos atesorado una larga experiencia entorno al hecho de crear, siempre centrándonos en ti, como persona que usa y habita el espacio. Por eso hemos desarrollado a lo largo del tiempo una metodología propia, basada en el análisis etnográfico, el juego y tu participación.
Puede que te dediques a la gestión de equipos y de espacios colectivos para motivar, alcanzar el bienestar y productividad, o puede que necesites que las personas que usan el espacio al que perteneces, se sientan parte de una comunidad que las cuida o que te interese la introducción del paisaje y la naturaleza en eltu entorno. Pues bien, estás en el sitio indicado.
Narraremos tu historia, que sueñas con volver al paisaje de tu infancia. La tuya también, que quieres inundar con naturaleza tu entorno. La tuya, que cuidas a personas en el sanatorio en el que trabajas. Y muchas más que irán apareciendo y trazando una trama. Encontrarás tu historia de la relación con tu ambiente reflejada.
Los espacios comunes, están presentes en tu entorno, son los que se encargan de juntarte con otras personas, guiarte, inspirarte, cuidarte o proporcionarte bienestar.
Puedes encontrarlos en oficinas, espacios coworking, mercados, jardines, centros comerciales, museos, plazas, parques de juego, escuelas, hospitales, sanatorios, clínicas, balnearios, hoteles, espacios de hostelería… y como no, en las agrupaciones viviendas y en definitiva todos los lugares donde se puede desarrollar tu vida en común, de manera puntual o continua. Son espacios entre edificios o espacios interiores de conexión. Desde todos ellos, se contribuye a crear una ciudad a escala humana.
Los relatos sobre oasis urbanos que desarrollaremos juntos, son transversales y aplicables a múltiples escenarios, elige el tuyo, pues cada uno ayuda a potenciar diferentes cualidades:
- Si eres una persona que trabaja en o para un espacio, estimulan la creatividad, el bienestar, la productividad, la motivación, el trabajo en equipo, la retención de talento, la estrategia de employed branding y de marketing además de la responsabilidad social corporativa.
- Si eres una persona que usa el espacio, aportan: bienestar, disfrute, sensación de pertenencia a una comunidad y creatividad.
¿Cómo pueden los espacios juntarte con otros, guiarte, inspirarte, cuidarte o proporcionarte bienestar?
Eso es precisamente de lo que hablaremos en este blog, dónde la naturaleza estará muy presente.
Si quieres saber cómo continúa la historia, tienes varias opciones:
- Cuentanos tu historia para que podamos construirla juntos.
- Apúntate a nuestra Newsletter
- Síguenos en nuestras redes sociales: Instagram, Linkedin, Facebook, Twitter y Pinterest.